Page 49 - SALVADOR BORREGO ARMA ECONOMICA
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SALVADOR BORREGO


                 cía "favoreció" a Iberoamérica en los últimos años, pero
                 que en realidad la ha hundido en la pobreza.
                    Otro interesante campo de observación de  fenóme-
                 nos económicos es la Alemania de  1918 a  1939, cuando
                 pasó de una inflación desbocada a una depresión ruino-
                 sa y luego a una explosión de esperanza y resurgimiento.
                    En 1921 el marco alemán, que se cotizaba a 23.8 cen-
                 tavos de dólar, se desplomó a sólo 3 centavos. Continuó
                 el desplome y en 1923 ya no valía ni siquiera un millo-
                 nésimo de centavo de dólar.
                    El pueblo era laborioso; poseía intacta una poderosa
                 industria, con alta tecnología -en algunos aspectos su-
                 perior a la de Inglaterra y Francia-; no había despilfarro;
                 se vivía con austeridad; regía la economía libre; opera-
                 ba la ley de la oferta y la demanda, la libre concurrencia,
                 etc., pero la economía andaba mal.
                    La inflación no se traducía en más producción y sólo
                 generaba más carestía. Un pasaje de tranvía llegó a cos-
                 tar un billón de marcos billete. El ahorro fue devora-
                 do por la inflación. La tasa de interés subía hasta las
                 nubes y proliferaban los especuladores, quienes cierta-
                 mente  estaban haciendo uso  de  la  libertad legalizada
                 por la escuela económica liberal.
                    El  caos económico repercutía  también en lo  moral.
                 Eran  frecuentes  las malversaciones y cundía el  relaja-
                 miento de las costumbres.
                    En lo político llegó a haber hasta 42 partidos políticos
                 de todos los matices, en un "pluralismo" alentado por el
                 régimen democrático.
                    En  1923 fue  nombrado presidente del Reichsbank, a
                 perpetuidad,  el  experimentado  economista  Hjalmar
                 Schacht, quien se hallaba muy bien relacionado con ban-
                 queros extranjeros como Benjamín Stroung, presidente
                 del  Sistema  Federal  de  la  Reserva  de  EE.UU.,  }acobo
                 Goldschmidt,  Montagu  Norman,  James  Speyer,
                 Havenstein,  Dreyfus,  Straus,  Warburg,  Aufhauser,
                 Behrens y otros más. Con todos ellos lo ligaban lazos de
                 hermandad a través de la logia "Urania Hacia la Inmor-



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