Page 182 - pasaporte a magonia jacques vallee
P. 182
182 JACQUES VALLEE PASAPORTE A MAGONIA 183
una aportación seria al estudio de este problema, o de cualquier por una personalidad o una teoría determinadas, oponiéndolas a
otro, a menos que primero desarrolle su propia competencia hasta otras. Estos grupúsculos son hoy día tan numerosos, que sus pu-
el punto en que pueda escoger un aspecto del mismo y abarcarlo blicaciones ya no llegan a manos de los científicos, pues sería
por su propio esfuerzo, sin confiar en la forma de pensamiento mucho pedir que éstos se leyesen de quince a veinte revistas espe-
emotivo que caracteriza al entusiasmo. cializadas todos los meses.
Precisamente porque la ciencia es el proceso a través del cual Si la gente desease llegar verdaderamente a la raíz del fenó-
los argumentos emocionales insolubles pueden transformarse en meno OVNI, bastaría con que formasen un gran número de peque-
series organizadas de subproblemas que pueden someterse al aná- ños círculos desprovistos de todo empaque oficial, cuyo único ob-
lisis racional, el fenómeno OVNI es interesante. Por consiguiente, jetivo sería reunir noticias de primera mano. Es evidente que
afirmar que los OVNIS no son un problema científico, o tan sólo los científicos profesionales no se hallan en situación de hacer
plantear esta cuestión, equivale ya a decir algo absurdo. No existe esto. Conocen el problema únicamente a través de la Prensa diaria,
nada que pueda denominarse un problema científico: es el hom- que no facilita información más que sobre casos sucedidos dentro
bre que se enfrenta al problema quien es o no científico en su de una zona restringida. Cuando no es así, el relato de los testigos
manera de abordarlo. La ciencia es un objeto en la mente del hom- suele estar tan deformado, que la información no tiene ningún
bre, no una característica que podemos otorgar o retirar de cual- valor. Y aunque el telegrama o el artículo sean cabales, es impo-
quier artefacto de aspecto extravagante que cruce nuestros cielos. sible calibrar la confianza que merecen los testigos, o saber cómo
Para un científico, la única cuestión válida, vistas así las cosas, se les considera en la comunidad en que viven. Solamente los que
es la de decidir si el fenómeno puede ser estudiado por sí mismo, residan en una localidad determinada pueden ver en su justa pers-
o si es un ejemplo de un problema más profundo. Este libro in- pectiva un hecho tan singular como es la observación de un OVNI.
tenta ilustrar —pero sólo ilustrar— esta última manera de enfocar La creación de una red de grupos activos pero desprovistos
el problema. Y la conclusión que de ello se saca es que, gracias de carácter oficial también ayudaría a resolver el problema de do-
al fenómeno OVNI, tenemos la ocasión verdaderamente única de cumentación y publicación. Cuando los principales grupos organi-
asistir a la gestación de un folklore, y de recopilar material cien- zados realizan encuestas —pues también lo hacen—, las entierran
tífico en la fuente más profunda de la imaginación humana. In- en sus archivos o publican sólo tendenciosos y farragosos suma-
curriremos en el desprecio de los futuros estudiosos de nuestra rios, tendiendo así un velo sobre el material de primera mano que
civilización si permitimos que este material se pierda, pues «la precisamente tendrían que revelar y divulgar.
tradición es un meteoro que, una vez ha caído, ya no puede encen- En resumen: ni un programa de urgencia dirigido por veinte
derse de nuevo». premios Nobel, ni correlaciones hechas con computadora de mi-
El método con que se recogen las observaciones debería in- llones de parámetros mal observados, ni telepatía mental con se-
teresar al sociólogo, pues presenta ciertos rasgos divertidos. Entre res superiores del espacio, ni la organización de centenares de
los que creen en los OVNIS existe una tendencia a agruparse en personas en grupos de observadores, dedicados a escrutar los cie-
grandes organizaciones muy burocráticas, donde despilfarran to- los todas las noches con prismáticos y un corazón puro, resolve-
das sus energías y a veces cuantiosas sumas de dinero, sin alcanzar rán fácilmente un problema que durante tanto tiempo ha eludido
prácticamente ningún resultado visible. Es evidente que estas aso- a nuestros radares, aviones, astrónomos y teorías físicas. Lo único
ciaciones responden más a una necesidad psicológica que a un que puede ayudarnos a realizar algunos progresos hacia una com-
auténtico deseo de descubrir la solución de un interesante proble- prensión del fenómeno es la publicación de buenos informes. Éstos
ma intelectual. El mantenimiento de estos grupos representa un deben ser de primera mano. Tienen que recopilarse y publicarse
tremendo esfuerzo —listas de envío por correo, contabilidad, et- lo antes posible. Deben circular libremente. En los Estados Uni-
desgracia,
cuyas
no
cétera—, y la experiencia demuestra que la investigación es la dos, por estén abiertas existe una sola publicación seria para la co-
lumnas
a
los
investigadores
in-
privados
última de las actividades que los mismos pueden permitirse. En
varias
hay
pero
investigaciones,
estas
cambio, estos grupos se dedican a querellas internas y a pelearse serción de en otras partes del mundo, en especial la publicaciones
Flying
respetables
Sau-
con otras organizaciones similares, lo cual llega a adquirir tales cer Review de Londres, citada aquí con frecuencia, que va en
dimensiones que terminan por convertirse en un grave obstáculo vías de convertirse en una principal fuente de material para los
para los investigadores independientes, que únicamente desean estudiosos del folklore. En idioma francés, el Boletín del GEPA
procurarse datos de primera mano y no quieren tomar partido