Page 64 - pasaporte a magonia jacques vallee
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        Hemos   sondeado  varios  de  los  aspectos  del  comportamiento        lla  luz  blanca  y  cegadora,  y,  junto  con  la  esposa  del  físico,  obser-
     que  se  atribuye  a  seres  sobrenaturales  en  el  folklore  antiguo  y  varon  lo  que  sucedió  a  continuación.
     moderno.  Poco  importa  si  estos  seres  descienden  en  platillos  vo-    La  luz  procedía  de  una  fuente  estacionaria  y  situada  bajo  las
     lantes  o  en cestas  musicales, o  si  proceden  del mar  o  de las  rocas.  copas  de  los  árboles  —o  sea,  a  nivel  del  suelo  o  muy  cerca  de
     Lo que verdaderamente importa  es  lo  que  hacen y dicen:  la huella      éste—,  dentro  del  bosque  y  a  cierta  distancia.  El  deseo  de  velar
     que  dejan  en  el  testigo  humano,  que  es  el  único  vehículo  tangible  por  la  seguridad  de  su  familia  impulsó  al  testigo  a  alejarse.  Pero
     de  la  historia.  Este  comportamiento nos  ofrece una  gama  de  situa-  pudo  hacer  un  rápido  cálculo  de  la  cantidad  de  energía  represen-
     ciones  y  reacciones humanas  que  despiertan  nuestro  interés,  nues-   tada  por  aquella  luz,  y  llegó  a  la  conclusión  de  que  la  fuente  de
     tra  preocupación  o  nuestra  risa.  La  historia  de  las  tortas  de  Joe  la  radiación  desconocida  debía  de  ser  potentísima...  tan  potente
     Simonton;  los  cuentos  en  que  aparece  la  comida  de  las  hadas  son  en  realidad, que  le  obligó  a  regresar  a  aquel  sitio  al  día  siguiente,
     intrigantes,  pero  difíciles  de  analizar;  los  corros  y  los  nidos  son  provisto  de  un  contador  de  centelleo.  Logró  determinar  la  pro-
     reales,  pero  el  sentimiento  que  inspiran  tiene  más  de  romántico   bable  posición  del  objeto,  que  se  había  encontrado  alrededor  de
     que  de  científico.  Tenemos,  después,  el  deseo  peculiarmente  insis-  una  milla  (con  un  error  en  más  o  en  menos  de  0,2  milla)  de  su
     tente  que  demuestran  estos  extraños  seres  por  apoderarse  de  ob-   automóvil  en el punto  de  su mayor proximidad.  Acto  seguido  efec-
     jetos  terrestres,  especialmente  flora  y  fauna.  Las  historias  que   tuó  algunas  averiguaciones  por  los  alrededores.
     se  citan  a  este  respecto  rayan  en  lo  ridículo.  Pero  profundizar     Estas  investigaciones  produjeron  un  resultado  doble.  En  pri-
     en  su  estudio  termina  con  provocar  horror.  Ésta  es  una  faceta    mer  lugar,  mientras  caminaba  por  el  bosque,  observó  que  a  cier-
     del  fenómeno  que  no  podemos  ignorar  por  más  tiempo.                ta  distancia  a  la  redonda  del  lugar  donde  había  estado  la  fuente
                                                                                lumínica,  había  desaparecido  toda  vida  animal.  No  había  ardillas,
                                                                                pájaros  y  ni  siquiera  insectos...,  lo  cual  le  extrañó  sobremanera,
                                                                                pues,  como  cazador,  se  hallaba  muy  familiarizado  con  la  fauna  de
                                                 EL  PAÍS  EMBRUJADO            la  región.  En  segundo  lugar,  recogió  varias  declaraciones  de  habi-
                                                                                tantes  de  aquella  zona  que  también  habían  visto  la  luz;  por  si
        Si  bien  las  reacciones  humanas  ante  la  observación  de  un       aún  no  fuese  bastante,  diversos  granjeros  de  la  comarca  le  dije-
     OVNI   son  variadas,  con  los  animales  sucede  exactamente  lo  con-   ron  que  habían  tenido  lugar  importantes  desapariciones  de  ga-
     trario :  su reacción es  siempre  de terror. La conocida pregunta  que    nado  durante  aquel  mismo  período.
     figura  en  casi  todos  los  cuestionarios  sobre  OVNIS,  «¿Qué  fue  lo    Hasta  que  escuché  de  viva  voz  el  testimonio  del  físico,  yo
     que  llamó  su  atención  sobre  el  objeto?»,  es  muy  frecuente  respon-  nunca  había  hecho  mucho  caso  de  los  informes  sobre  reses  desa-
     derla  así:  «El  terror  que  demostraba  mi  perro.»  O  bien:  «El  ga-  parecidas.  Las  vacas  y  los  caballos  suelen  escaparse  a  veces,  o
     nado  estaba  preso  de  gran  agitación.»  «Todos  los  perros  de  la    son  robados  por  cuatreros,  y  la  probabilidad  de  que  un  ganadero
     vecindad  se  pusieron  a  ladrar  desaforadamente.»  Existe  ya  sufi-    eche  la  culpa  del  caso  a  una  causa  sobrenatural  aún  es  muy  re-
     ciente  material,  gracias  a  los  casos  bien  documentados  de  reac-   mota,  incluso  en  pleno  siglo  xx.
     ción  animal  ante  la  proximidad  de  un  OVNI,  para  redactar  un         Existe,  sin  embargo,  un  precedente:  el  caso  de  Leroy,  en  Kan-
     tratado  muy  completo  sobre  psicología  animal.                         sas,  en  el  que  una  vaca  fue  robada  por  los  pilotos  de  un  objeto
        El  30  de  diciembre  de  1966,  un  físico  nuclear  norteamericano   volante.  Si  ese  informe  llevase  fecha  de  1966,  tal  vez  podríamos
     iba  en  coche  con  su  familia  hacia  el  Sur  por  una  carretera  de  hacer  caso  omiso  de  él.  Pero,  el  21  de abril  de  1897,  fue  objeto  de
     Luisiana.  El  cielo  estaba  cubierto,  y  llovía.  Eran  las  8,15  de  la  una  declaración  jurada  ante  testigos.  Firmó  la  declaración  Alexan-
     tarde.  El  testigo,  que  es  profesor  de  física  y  efectúa  investiga-  der  Hamilton,  uno  de  los  más  importantes  ciudadanos  de  Kansas.
     ciones  nucleares,  siendo  por  ello  un  testigo  altamente  calificado,  En  este  documento,  que  ha  sido  citado  en  varios  libros  y  publica-
     había  llegado  a  un  punto  situado  al  norte  de  Haynesville  cuando  ciones  ufológicas  recientes,  Hamilton  declara  que  fue  despertado
     observó una  cúpula  de  luz  parpadeante  que  parecía  «el  resplandor   por  los  ruidos  procedentes  del  redil  donde  guardaba  su  ganado  y
     de  una  ciudad».  Su  color  oscilaba  de  una  tenue  luminosidad  ro-   salió  con  dos  hombres  a  ver  qué  pasaba.  Distinguió  entonces  a
     jiza  a  un  brillante  anaranjado.  Súbitamente,  la  luminosidad  se     una  nave  aérea  que  descendía  suavemente  hacia  el  suelo,  para  in-
     hizo  tan  intensa  que  eclipsó  los  faros  del  coche,  y  los  dos  niños  movilizarse  a  cincuenta  metros  de  éste.
     que  dormían  en  el  asiento  posterior  fueron  despertados  por  aque-
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