Page 70 - Egipto TOMO 2
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RESURRECCION DEL EGIPTO ANTIGUO
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capítulo más notable é interesante de la colección es el 125, al cual acompaña ordinal iamente
la representación del juicio de los muertos en el mundo inferior. En ella se al difunto acei —
cándose á la balanza, uno de cuyos platillos contiene su corazón, al paso que en el otio se \e
Horo dirigen la operación é inclinan la balanza del lado
una estatua de la verdad. Anubis y
de la indulgencia, en cuanto se equilibran el corazón y la verdad. Thot-Hermes consigna el
resultado y entrega su corazón al justo, es decir, á aquel á quien ha hallado verídico: Osiris,
en calidad de presidente de la corte infernal, recibe la defensa del muerto que asegura no
haber cometido tantos pecados como jurados se hallan presentes al juicio. Hay cuarenta y dos
afirmaciones que invariablemente comienzan con la fórmula: «No he...», las cuales encierran
la quinta esencia de la moral egipcia, que difiere muy poco de los preceptos contenidos en la
moral de Moisés. — La conservación del Libro de los
M.uertos ha permitido á la ciencia el restablecimiento de
las bases en que descansa la doctrina egipcia sobre los
dioses y sobre la inmortalidad.
Además de dicho libro existen en el Museo de Boulaq
papirus hieráticos que tratan asuntos muy diversos. De
ellos hay uno que contiene gran abundancia de preceptos
de moral, comparables únicamente á la Sabiduría de
Salomón, los cuales revelan un profundo conocimiento
de la vida, una gran dignidad, y una pureza perfecta.
Otro manuscrito de época más remota, está formado por
un bellísimo himno dedicado á Ammon-Ra, que se
distingue por su elevada inspiración. Otro, mucho más
moderno, en escritura demótica, contiene una historia,
de curiosa invención, la cual se conoce bajo el nombre
de Cuento de Satni. Otros rollos hay que sólo contienen
cuentas, ó formas de conjuros mágicos. — Eran éstos de
uso muy común, especialmente en las épocas de deca-
dencia, y escribíanse ordinariamente so color de religión, sobre los amuletos y tabletas de
piedra. Las estelas que representan á Horo encima de los cocodrilos están llenas de ellos:
atribuíaseles la virtud de preservar de cuanto es nocivo y enojoso. Innumerables son también
los amuletos contra el mal de ojo; y las preocupaciones relativas á los dias fastos y nefastos
se hallan consignadas en grandes calendarios, en los cuales cada uno de los dias del año se ve
indicado como venturoso, desgraciado ó de mal augurio respecto de determinadas empresas,
y favorable ó perjudicial con relación á los destinos humanos. De estos testimonios de la
antigua superstición egipcia viven no pocos áun, después de haberse extinguido completa-
mente la i eligion que les dio vida, mereciendo consignarse por lo curioso el hecho de que en
tanto que los secuaces de las diferentes confesiones establecidas en las márgenes del Nilo,
i echazan cuanto trasciende á la doctrina religiosa practicada por quienes profesan distinta