Page 186 - En nombre del amor
P. 186

NICHOLAS SPARKS En Nombre del Amor
haberse peinado, aunque sabía que ese detalle era irrelevante. Entró en la habitación, y la cara de Gretchen se iluminó.
—Estaba en el hospital con el doctor cuando se lo han comunicado, y no he podido evitarlo... Tenía que venir a verla...
Travis apenas la oyó. En lugar de eso, únicamente podía concentrarse en la visión que se abría ante sus ojos: Gabby, su esposa, estaba sentada en la cama del hospital, con el aspecto visiblemente debilitado. Parecía desorientada, pero su sonrisa al verlo le expresó todo lo que necesitaba saber.
—Sé que tenéis muchas cosas que contaros... —Gretchen se retiró a un lado.
—¿Gabby? —susurró Travis.
—Travis —carraspeó ella. Su voz sonaba diferente, rasposa y ronca a causa de la falta de uso, pero, no obstante, era la voz de Gabby.
Travis avanzó despacio hacia la cama, sin apartar los ojos de los de ella, sin darse cuenta de que Gretchen había empezado a retroceder hasta que finalmente había cerrado la puerta tras ella.
—¿Gabby? —repitió, todavía sin dar crédito a lo que veían sus ojos. En su sueño, o en lo que pensaba que era un sueño, vio que ella movía la mano desde la cama y la colocaba sobre su vientre, como si ese gesto requiriera todas las fuerzas que tenía.
Se sentó en la cama, a su lado.
—¿Dónde estabas? —le preguntó ella con un tono acuoso, pero, sin lugar a dudas, cargado de amor y, sin lugar a dudas, lleno de vida. Un tono despierto—. No sabía dónde estabas.
—Ahora estoy aquí —dijo Travis, y en aquel instante se desmoronó y empezó a llorar, con unos incontrolables y potentes sollozos.
Se inclinó hacia ella, deseando que lo abrazara y, cuando sintió su mano en la espalda, redobló su llanto. No estaba soñando. Gabby lo estaba abrazando; sabía quién era él y lo mucho que ella significaba para él. Lo único que acertó a pensar fue: «Es real. Esta vez. Es real...».
Puesto que Travis no quería separarse de Gabby, su padre lo sustituyó en la clínica durante los siguientes días. En los últimos tiempos había retomado un horario que se podía considerar ya prácticamente de jornada completa y, en momentos como aquél, con sus hijas correteando y riendo a carcajadas en el patio y Gabby en la cocina, no podía evitar quedarse ensimismado rememorando los detalles del último año. El recuerdo de los días que había pasado en el hospital empezaba a difuminarse, cada vez más borroso, como si apenas hubiera estado un poco más consciente que su mujer.
Gabby no había salido de su estado de coma completamente ilesa, por supuesto. Había perdido mucho peso, sus músculos se habían atrofiado y, le había quedado un desagradable hormigueo en toda la parte izquierda del cuerpo. Todavía tuvieron que pasar bastantes días antes de que pudiera sostenerse de pie sola, sin ayuda. La terapia resultaba excesivamente lenta; incluso ahora, pasaba un par de horas cada día con el fisioterapeuta y, al principio, solía mostrar su frustración al no poder hacer cosas sencillas que antes del accidente daba por sentado. Odiaba su aspecto desgarbado en el espejo y en más de una ocasión comentó que parecía que hubiera envejecido
Escaneado por PRETENDER – Corregido por Isabel Luna Página 186


































































































   184   185   186   187   188