Page 117 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz 107
Hubo un episodio que cambió en la vida de Euclides. Porque no
todo es felicidad en la vida, ¿será que el destino le jugó una mala
pasada? Sucedió un cambio inesperado y triste en el rumbo de su
vida, un giro de 180 grados, que luego sería fatal para la pareja de
enamorados. Para el cuarto año de estudios, Alejandra por instruc-
ciones de su padre se cambió de universidad. El primer día de cla-
ses de 1994, ella por supuesto que no asistió a clases, bueno eso
podía suceder, pero Alberto Sánchez le confesó a Euclides que ella
se cambió de universidad presionada por su padre, quien, según
esa persona, no veía con buenos ojos la relación amorosa de su
hija con el jovencito llegado de “El Paraíso Escondido” y que ya
había sido elegido diputado.
Esa misma tarde le llamó por teléfono y una persona con voz des-
conocida le dijo que ella no se encontraba. Fue en ese momento
que las dudas abrumaron la mente del diputado electo, ¿porqué
Alejandra no le comunicó esa decisión?, ¿porqué tanto misterio?,
¿porqué tanto silencio? ¿Ella había decidido una ruptura antici-
pada? Tal vez. Eso lo confundió más. ¿Ella conoció a otro amor?
Tal vez. ¿Si fuera así, qué haría él ahora?, ¿esperaría paciente-
mente?, ¿se suicidaría? No. ¿Esperaría una llamada de ella?. Tal
vez, ¿le diría que la amaba con toda su alma?, sí, ¿se conformaría
con perderla?, no. ¿Era verdad que su padre se oponía a esta rela-
ción sentimental? ¿Por qué? ¿Hubo algún acto que disgustó a Ale-
jandra? ¿Ella le perdonaría? Estaba clara la cosa, Alejandra ya era
una parte de su vida. La presencia de ella animaba el espíritu de
Euclides, admiraba su sencillez, su sonrisa sensual, sus gestos, sus
finos modales en el aula de estudio, su predisposición para estu-
diar, contagiaba una especie de alegría, su optimismo ante las di-
ficultades, su boca, sus labios, su pelo, en fin… Fue en ese instante
que él se dio cuenta de que estaba enamorado de ella y no quería
perderla jamás. Fue la época en que el padre de Alejandra impidió
una cita a solas entre los dos enamorados. El neuroticismo ya le