Page 287 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz 277
nas un delincuente común y drogadicto que no mataba ni un chulupi,
y de paso era medio acopaibau, era un bravucón y nada más. Era el
más novato entre los novatos en el manejo de armas modernas. Dos
días antes, el capitán Bordenave le enseñó a disparar una ametralla-
dora IWI Uzi automática a “el Matador”. Bordenave advirtió que él
no conocía de armas ni nada parecido.
Tarde son las lamentaciones, ese día por casualidad del destino, Se-
gundo Chaparro no asistió a su fuente de trabajo, de tal manera que
el candidato Santacruz debía conducir su automóvil.
Nunca Chaparro había fallado, algo andaba mal.
Euclides Santacruz, ajeno al peligro, abandonó de la sede de Are-
nal a las 18:30, debe asistir a un mitin político en el Cambódromo
entre el cuarto y quinto anillo. Ahí Fátima Campos Melgar, candi-
data a la vicepresidencia por Arenal, recibirá apoyo ciudadano, no
quiere imaginar que pueda suceder lo mismo que en el sueño, que
lo ataquen en pleno mitin político, pero luego se dijo a sí mismo:
“los sueños, sueños son”. Elegir a Fátima Campos candidata a la
vicepresidencia fue una buena idea y no había tiempo que perder,
el candidato por Arenal aceleraba su campaña en medio de la efer-
vescencia de sus partidarios. El capitán Bordenave dio órdenes pe-
rentorias: “Lo matas en la avenida Paraguá y cuarto anillo, cuando
su auto se detenga yo lo adelantaré y tú lo acribillas sin compasión.
Si algo falla ahí, en el semáforo de la avenida 2 de Agosto. Y por
último, si todo sale mal, cuando lleguemos a la avenida Mutualista
y él se baje de su auto lo matas, no importa si hay curiosos. Lo
matas y punto. Lo que se trata es que tenemos que eliminarlo, no
te importa todo lo demás. ¿Entendido?
-Ok jefe.
El diputado de Arenal abordó solo su lujoso auto Toyota Corolla y