Page 297 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz                           287



            la Radial 12 cruzando sobre el puente del viaducto del aeropuerto El
            Trompillo y Leoluca seguía apretando el gatillo.
            En el bando de los buenos estaba la experiencia de Giácomo Benve-
            nuti, excombatiente de un combate incierto era la carta de presenta-
            ción, “el Napolitano” combatió según él en una guerra desconocida,
            pero él sí conocía todo sobre el arte de la guerra, combates frontales,
            tácticas para escapar del enemigo.

            Anastasio Santacruz era un hombre que tenía los cojones bien puestos.

            Capablanca les recalcó una y mil veces a todos, que ellos no debían
            entrar al túnel, por el contrario, la plataforma en la faja de aterrizaje
            era un sitio óptimo para presentar combate, para amedrentar y ani-
            quilar a los enemigos, el temor era que las fuerzas del Colmilav en-
            tren en acción, de esta manera la refriega se extendería contra las
            fuerzas militares del gobierno y era peligroso una nueva guerra civil
            en Bolivia.

            El rifle de Benvenuti era un arma mortal para disparar desde el otro
            lado de la faja de aterrizaje y así eliminar a los enemigos.
            Todos en sus puestos para entrar en el combate que prometía ser el
            más sangriento en la capital cruceña.
            Los traidores ya están a buen recaudo.

            La discoteca Macondo estaba ubicada en la avenida Cristóbal de
            Mendoza casi esquina avenida Alemana. Mata Hari salió a la avenida
            rápidamente, con una mano apuntaba a la cabeza de Euclides y con
            otra mano abrió la puerta de la cabina de la Ford Ranger, golpeó en
            la cabeza en el panel de instrumentos al candidato de Arenal y
            arrancó como un rayo, primero por la avenida Cristóbal de Mendoza
            y viró a la derecha por la avenida Alemana, Bailón Reilón comenzó
            a perseguir a Simone Candau y a Euclides; Nicolás, Nicolacito y Ni-
            colazón perseguirán también a Mata Hari y Euclides, nadie respetaba
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