Page 301 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz                            291



            blo, cruzó esta vez la avenida Guapay y no frenó más, cruzó la avenida
            Virgen de Cotoca a toda mecha perseguida por el Mercedes Benz. Nin-
            guno frenó, los curiosos dijeron que la bella mujer tenía la mirada llena
            de ira y su acompañante tenía el rostro bañado en sangre, vieron también
            que Pulgarcito sacaba parte del cuerpo por la ventanilla y disparaba su
            revólver de grueso calibre.

             La persecución no tenía fin, el poderoso motor de la Ford Ranger
            permitía a Mata Hari rebasar todas las movilidades a su paso, no
            había tregua.

            Al llegar a la altura de la avenida Cumavi, Mata Hari embistió con
            su potente vehículo contra los motorizados que se disponían a virar
            a la izquierda para tomar la avenida Cumavi, la fuerza descomunal
            del motorizado era como un arma más para Simone Candau, quien
            apretó el gatillo de su metralleta y tiró una ráfaga al aire, los conduc-
            tores despavoridos buscaron cómo huir hacia el sur, hacia la avenida
            Tres Pasos al Frente. La Ford Ranger atropelló raudamente por la
            Cumavi y el Mercedes Benz siguió el mismo camino. Antes de cruzar
            los rieles, Simone Candau viró a la derecha rumbo a la avenida Tres
            Pasos al Frente, en aquella zona poco poblada se desató la peor ba-
            lacera, Baión Reilón y Pulgarcitro tomaron la decisión de acabar con
            la vida de Mata Hari antes de llegar a la avenida Tres Pasos al Frente.
            Pulgarcito disparaba con su .44 Mágnum y Reilón con una pistola
            automática, la mujer de la Ford era muy hábil, astuta y despiadada
            para huir a bordo de su potente motorizado, zizagueaba y esquivaba
            los disparos, en otro momento ella disparó su ametralladora e hizo
            añicos el parabrisas del elegante auto, todos los habitantes de la zona
            se metieron debajo de sus camas poesídos por un miedo colectivo.
             La Policía brilló por su ausencia, los habitantes de la Ciudad de los
            Anillos no comprendían porqué los uniformados no entraban en ac-
            ción y detenían la violencia. Al llegar a la venida Tres Pasos al Frente,
            cerca al local  “El escondite de Almendras”, Mata Hari detuvo la mar-
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