Page 304 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz
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          aeropuerto El Trompillo. Precisamente esa zona fue elegida por los
          sicarios para cometer el magnicidio, era una zona propicia para eje-
          cutar a un hombre.

           Aproximadamente a las 22 horas de aquel domingo aciago, la capital
          cruceña se sintió sacudida por los fogonazos de poderosas armas de
          fuego y por la despiadada persecución hasta el túnel del aeropuerto El
          Trompillo, la balacera en este último lugar al parecer duró unos 3 mi-
          nutos, “los fogonazos encendieron el opaco cielo en la noche cruceña,
          parecía una guerra”, dijo una mujer que los disparos de los .44 Mágnum
          hacían temblar las paredes de las viviendas, hubo un intervalo durante
          el enfrentamiento y se escucharon dar órdenes y otras palabrotas. Los
          ciudadanos que miraban las telenovelas dominicales de la noche “Al-
          guien por quien vivir” y “Rosa de lejos” prefirieron meterse bajo sus
          colchones temerosos de una tragedia, muchos cerraron sus puertas y
          ventanas, nunca, pero nunca, hubo tanto terror en una sola noche.
          Un narrador testigo reveló a un diario lo siguiente: “Yo caminaba por
          el túnel, regresaba de una parranda porque era domingo y creo que eran
          aproximadamente las 22:10 de la noche. Me llamó la atención una va-
          goneta Nissan color plomo estacionada en contra ruta en una de las vías
          hacia la avenida Santos Dumont. Luego una potente camioneta Ford
          Ranger entró al túnel y se estrelló contra la vagoneta Nissan color
          plomo, la conductora quedó muerta aferrada del volante”.

           ¿Hubo un enfrentamiento?
          En el lugar se encontraron seis cadáveres, cinco tendidos en el suelo;
          llamaba la atención el cadáver de una mujer bella de cabello corto
          con los ojos abiertos como pidiendo socorro, ella tenía un disparo en
          la parte posterior izquierda de la cabeza, tenía los ojos desorbitados,
          quedó aferrada del volante con una mano. Cuando la Policía retiró
          el cadáver de la extranjera, ella tenía una granada en la mano iz-
          quierda sin explotar y el cuerpo ensangrentado.
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