Page 327 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz                            317



            rubia. Discutían y yo escuché a un hombre alto y vestido muy ele-
            gante decir, hoy mataremos al candidato Santacruz en el túnel de
            El Trompillo…”

            Entonces Cayetana cortó la llamada.

            “El presentador dijo: Por favor díganos su nombre y de qué barrio
            nos habla, pero yo ya había colgado el teléfono”. El presentador del
            noticiero “El informativo de la noche” dijo: “Urgente, es un llamado
            a la Policía y a los familiares del candidato Euclides Santacruz Pié-
            rola, hagan viral esta noticia, no es una hipótesis, una mujer llamó
            para darnos la primicia”. Pero, increíblemente, al parecer las autori-
            dades policiales no vieron el noticiero y ni se movieron.

            También se supo que la mañana siguiente de la matanza, periodistas
            indagaron sobre la masacre en túnel de El Trompillo. Corría el rumor
            de que terroristas extranjeros o tal vez separatistas atacaron las ins-
            talaciones militares del Colegio Militar de Aviación Germán Busch
            la noche pasada. “Al parecer eran unos veinte terroristas –dijo un vo-
            cero militar- quienes nos atacaron, fuimos ametrallados con una
            M1919 Browning y fusiles de asalto 4 FN F2000, estaban tres fora-
            jidos a bordo de una camioneta Toyota 4x4. El motorizado pasaba y
            volvía a pasar frente a nuestras instalaciones ametrallándonos sin
            parar y sin ton ni son. Eran cuatro hombres, uno de ellos era corpu-
            lentísimo y con una máscara plateada, era quien apretaba el gatillo
            sin pestañear”.

            Varios soldados del Colmilav se parapetaron en guardia y repelieron
            el ataque con fusiles y ametralladoras. El viento que soplaba del cua-
            drante norte impedía escuchar las arengas de los terroristas por un
            lado, y por otro lado se jugaba el clásico y por la bullas de las barras
            no oíamos bien lo que nos decían. Finalmente se retiraron y los per-
            dimos de vista, al parecer ellos estuvieron mimetizados en un arbusto
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