Page 343 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz                            333



            Alejandra estaba en el consulado boliviano y por casualidad conoció
            a Flora Piérola. Entablaron amistad, y lo que nadie se enteróque la
            madre de “Tres PPP” le confesó que su hermana Encarnación Pié-
            rola lo ponía al tanto de todo lo que sucedía en la Ciudad de los
            Anillos. Algunas cosas eran ya de conocimiento de Alejandra.

            Otros opinaban e insistían que los servicios secretos de Bolivia ac-
            tuaron permisivamente, pusieron de ejemplo de Simone Candau.
            ¿Si las autoridades bolivianas conocían al personaje por qué no la
            detuvo Migración a su llegada al aeropuerto Viru Viru? La Policía
            era culpable por no realizar un rastrillaje en la avenida Charcas,
            no montar guardia en forma más continua. En el segundo atentado,
            la camioneta del capitán Bordenave estuvo estacionada casi un día
            frente a “El Rascacielo” con dos ocupantes que tenían puestas gafas
            oscuras; eran, por supuesto, sospechosos. Luego del primer atentado
            la Policía debió proporcionar seguridad personal al diputado Santa-
            cruz, pero no lo hizo; asimismo, la Policía sabía de la presencia del
            capitán Bordenave y no hizo nada por ubicarlo y detenerlo. ¿Hubo
            un complot que llegaba a las esferas del gobierno? No sé. ¿Alain
            Centurión tenía sobornados a jefes policiales? Tal vez.

            Se supo, asimismo, que cuando Alejandra Centurión partió desde
            Nueva York, la madre de Pascual Pascutini intentó entregarle un
            paquete con pruebas de que estaba en camino un complot, tenía
            fotos de una reunión de políticos bolivianos en la residencia de la
            calle René Moreno, cuando se tomaban decisiones para cometer
            el magnicidio, igualmente grabaciones magnetofónicas donde se
            podía escuchar claramente a Alain Centurión dando las pautas de
            los pasos a seguir para el magnicidio. Estas pruebas eran contun-
            dentes. Lo que se supo después, fue que la tía Flora no pudo llegar
            al aeropuerto J.F. Kennedy, ya que sufrió un grave accidente. El
            taxi en que se trasladaba Flora Piérola chocó con un autobús, lo
            que le provocó la muerte.
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