Page 341 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
P. 341

La trágica noche de Santacruz                            331



                  Luego, la reunión entró en un caos, el padre de Euclides pidió a
            todos que devuelvan el dinero que recibieron para la campaña presi-
            dencial. Fátima Campos, quien dirigía la reunión, declaró un cuarto
            intermedio hasta horas de la tarde. Un diputado cruceño dijo: “Una
            de nuestras metas era ser un partido político diferente a los demás, a
            los tradicionales. Una de las metas del finado líder Euclides Santa-
            cruz, fue que seamos una tienda política transparente, comprometida
            con los sectores marginados, advierto que Euclides se equivocó,
            ahora resulta que Arenal es un partido más como los demás. Hay una
            tarea pendiente y me refiero a la reforma judicial, la justicia en Bo-
            livia ha llegado a su nivel más bajo, la corrupción se campea ante la
            vista y paciencia de todos. Escuchamos a diario: “la audiencia ha
            sido postergada para mañana”, “no asistió el juez”, “no asistió el fis-
            cal”, “el abogado defensor se enfermó”, “mañana será el aspirado de
            la avioneta y de la vagoneta, son cuatro veces que sucede esto en el
            mismo caso”. Por debajo de cuerda se arreglan juicios en la forma
            más descarada, infame y cobarde, se arreglan entre cuatros paredes
            bullados juicios y muchas veces los culpables son inocentes y los in-
            defensos son encarcelados, etc”.

            Calmados los ánimos –contó un diputado de Arenal-, se reinstaló la
            reunión, todo marchaba bien hasta que un diputado  representante de
            Arenal por Cochabamba acusó a otro diputado de despilfarrar una
            cuantiosa suma de dinero de su partido en la anterior campaña elec-
            toral. Allí mismo se armó otra vez la trifulca, el diputado aludido exi-
            gió pruebas contundentes y se agarraron a puñetes. Todo intento de
            apaciguar los ánimos caldeados fue en vano, Anastasio Santacruz
            tomó la palabra e intentó calmar a todos los asistentes, pero ya era
            demasiado tarde, nadie escuchaba a nadie. Finalmente, todos aban-
            donaron la sede de la reunión en medio de insultos y acusaciones y
            cada uno tomó caminos diferentes”.

            Se pudo conocer por fuentes fidedignas que, al día siguiente, Anas-
   336   337   338   339   340   341   342   343   344   345   346