Page 49 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz
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cionó?. Miró a su entorno y no encontró respuestas, solo la oscuridad
radiante era lo que le rodeaba, se sentía perdido en el espacio a miles
de kilómetros de la Tierra. Se sentía un ser indefenso en el espacio, un
ser despreciable que nunca volvería a su planeta, levantó los ojos y vio
que estrellas muy pequeñas e indefensas se unían y se desunían con dis-
tintos resplandores.
Las estrellas se alejaban y regresaban de lo infinito, brillaban con una
luz potente, era una luz encendida, brillante.
Y las estrellas irradiaban una extraña luminosidad.
Las pequeñas estrellas se acercaron a la cabina de mando del transbor-
dador. Atónito, Anastasio Santacruz contempló el espectáculo más
asombroso de su vida, las estrellas formaron una columna, así como se
forman las bandadas de aves y luego en filas, se transformaron en le-
tras formando una frase contundente, categórica y precisa que él la
leyó en el espacio: “El hombre es el arquitecto de su propio destino”.
La frase estaba como esculpida en el infinito de la oscuridad. Anas-
tasio sintió un fuerte dolor en el corazón y despertó asustado. Desde
ese instante, la bendita frase lo persiguió toda la vida. Cuando su hijo
Euclides creció y decidió lanzarse a la arena política vio que era la
oportunidad de inculcar a su hijo el sentido de la frase que él la leyó
en el infinito. Anastasio Santacruz estaba convencido que, para darle
ánimos a su emprendimiento de llegar a gobernar su patria desde el
Palacio Quemado, Euclides debía tener conciencia de la frase. Al
final del sueño, Anastasio intentó tomar los controles del transbor-
dador para regresar a la Tierra, ¡pero no había tales controles, ni había
la nave!, ni estrellas, ni nada, sintió otra vez un golpe en el corazón
porque se sintió perdido en un lugar desconocido del Universo y
pensó que no regresaría nunca más a su hogar, tampoco podría abra-
zar a su esposa Celedonia Piérola ni a su hijo Euclides. Y también
presintió que las pretensiones de su hijo para llegar al Palacio Que-