Page 59 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz                            49



            Rodeaban al flamante pueblo, árboles corpulentísimos de goma, que
            eran mudos testigos de un apogeo económico que nunca se repetiría.
            En ese mundo reciente, los primeros moradores de este lugar adop-
            taron una forma ingeniosa para sobrevivir. Se organizaron en los pri-
            meros años de tal manera que unas familias se dedicaron a la
            agricultura, otras familias a la pesca y caza, otras se ofrecieron para
            construir una embarcación para navegar hasta donde las aguas lo per-
            mitan por el río Paraguá, donde se construyó un pequeño muelle.
            Lo que se pretendía era agilizar el comercio con San Ignacio de Ve-
            lasco,  para abastecerse de productos para la canasta básica; otros, la
            gran mayoría de estos habitantes, eran siringueros, otros comenzaron
            a criar terneros para venderlos en el Brasil. El pueblo comenzó a ex-
            tenderse debido a la migración de familias que arribaban desde otros
            pueblos como Marfil, 10 de Abril, Campamento, Porvenir, Piso
            Firme, Vanguardia, Florida y Remanso. De los recién llegados, al-
            gunos comentaron que conocieron a algunos  siringueros que se mar-
            charon del pueblo fundado por  Anastasio Santacruz y fueron
            devorados por las fieras y otras alimañas más al noreste de la mon-
            taña Los Gomales. Ellos estuvieron varios días contemplando exta-
            siados la catarata El Encanto.

            Después corrió la noticia que un nuevo pueblo existía en el Bajo Pa-
            raguá erigido como la tierra prometida, y que la explotación de la
            goma era un negocio redondo, muchos atraídos por la noticia arriba-
            ban a estos lugares. En el nuevo paraíso existían solamente normas
            de convivencia pacífica y nada más.

            No existían leyes, convenios, reglamentos, artículos y versículos, có-
            digos, no existían abogados, policías ni nada parecido. El nuevo pue-
            blo vivía en total paz y armonía. Muchos de los recién llegados eran
            expulsados del pueblo por indeseables y mal entretenidos. En 1965
            el pueblo creció hacia sus cuatro costados. La producción de ponchos
            y maleteros de la “Fábrica de Ponchos, Pelotas y Maleteros de Goma
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