Page 64 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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          En los albores de la fundación de “El Paraíso Escondido”, el comer-
          cio por el río Paraguá fue cada día más intenso, todo bajo la modali-
          dad del trueque hasta finales de los años sesenta, cuando se hizo
          necesario el uso de la moneda nacional. El negocio se incrementó
          con personas que arribaban hasta el pueblo fundado por Benvenuti.
          Celedonia Piérola era una mujer virtuosa, era ella quien dirigía a un
          club de madres enseñándoles las virtudes de una buena mujer, la la-
          boriosidad, el credo, el apego al trabajo, la honradez, Etc.

          A finales de 1964 algunos excombatientes del gobierno durante la
          guerrilla del Alto y Bajo Paraguá arribaron desde lugares remotos al
          nuevo pueblo para ser contratados como peones; entre ellos un com-
          batiente del gobierno de apellido Sevilla. Ellos relataban en las no-
          ches solitarias las revelaciones del comandante de las tropas
          gubernamentales, capitán Luis Oliva Cabello, quien les contaba que
          el presidente Víctor Paz Estenssoro, a fines de 1963, lo nombró co-
          mandante policial en San Ignacio de Velasco, dándole amplios po-
          deres para montar un operativo y aplastar a los llamados guerrilleros.
          “El capitán Oliva nos relataba que todo se trató de una maniobra del
          presidente Paz Estenssoro para desbatarar una estrategia de su vice-
          presidente, el general René Barrientos Ortuño, quien en concomitan-
          cia con otros jefes militares intentaban derrocar al gobierno del MNR.
          El capitán Oliva nos relataba que la guerrilla –esta vez de derechis-
          tas- estaba encabezada por Carlos Valverde Barbery, Gustavo Melgar,
          Luis Mayser Ardaya y otros dirigentes de FSB. En varios combates
          las tropas del capitán Oliva provocaron bajas a combatientes del go-
          bierno. El conflicto terminó cuando varios guerrilleros insurrectos
          del Alto Paraguá fueron reducidos y otros se internaron en Brasil”.
          Cuando “El Paraíso Escondido” fue extendiéndose, “el Napolitano”
          dirigió las obras para convertir este lugar en un verdadero jardín,
          todas las calles fueron de doble vía, al centro existía, una bella jardi-
          nera con flores de patujú, todas las viviendas tenían jardín adornado
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