Page 68 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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          Varios meses después, Anastasio Santacruz, siempre encabezando los
          emprendimientos, escuchó que una industria de calzados de Cochabamba
          compraba grandes cantidades de goma que era transportada por vía aérea
          desde la provincia Vaca Díez. Fue entonces que acopió una gran cantidad
          de bolachas de goma. Luego a bordo de una embarcación de  la CFO, se
          aventuró a navegar primero por el río Paraguá, luego por el río Iténez o
          Guaporé y el Mamoré, luego siguiendo el cauce de este río navegó hasta
          la confluencia con el río Yata en la provincia Vaca Díez, luego navegó
          por este cauce hacia el Sur y después por el río Benicito, exactamente
          hasta las cercanías del pueblo de Buena Hora enclavado en la inmensa
          pampa beniana, allí existía una pista de aterrizaje en plena llanura de
          Mojos, existían hangares, construcciones para depósitos para las bolachas.
          También existía una precaria cabina donde un aficionado a la meteorolo-
          gía y a la comunicación aérea enviaba y recibía las instrucciones de los
          pilotos en las maniobras de aproximación, descenso, aterrizaje y decolaje
          de aviones bimotor que arribaban desde Cochabamba.

          El emprendimiento de los chiquitanos en aquellos años era algo envidia-
          ble, los pobladores del Bajo Paraguá hicieron historia transportando sus
          productos.

          Desde este lugar, las bolachas de goma eran transportadas a Cochabamba
          en aviones Convair, el producto era para la fábrica de calzados Manaco.
          Una tarde, Anastasio admiró la belleza de la pampa beniana inconmen-
          surable, infinita, donde el atardecer es increíblemente romántico, esplén-
          dido, apacible. Es el instante cuando  una persona no puede definir la hora
          cuando se confunden en el crepúsculo la pampa verde en la lejanía con el
          cielo azul, parece un espejismo, pero es el paisaje más conmovedor para
          el ser humano.

          Anastasio Santacruz era un hombre visionario, su primer emprendimiento
          dio sus frutos, había logrado hacer negocio en Cochabamba para vender
          goma a la industria de Calzados Manaco.  De esta manera fue luego un
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