Page 73 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz
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            Miedo” o “El enmascarado de plata” y “Caracortada”.

            En los días que precedieron a su muerte, sacó una lúcida conclusión de
            su vida y sus anhelos, Alejandra Centurión fue la mujer de su mundo,
            de sus aspiraciones, de sus sueños y esperanzas, ella fue ajena a la cons-
            piración y hasta el último minuto de su vida, luchó por salvarlo, aunque
            este último intento fue ya demasiado tarde, cuando la muerte le cerró
            todas las salidas en el túnel del aeropuerto El Trompillo, que fue un ca-
            llejón sin salida, una trampa mortal. Una trampa maldita, fue un lugar
            perfectamente elegido por los enemigos de Euclides.

            El túnel de la muerte está ubicado en la zona sur de la Ciudad de los
            Anillos, justamente en el cuatro anillo. Dos carriles de ida y dos de
            regreso, es fácil tender una celada para matar a un hombre. No se
            puede regresar por donde me dé la gana, existe una jardinera que se-
            para entre la ida y la vuelta. Y si algo sale mal, ningún problema,
            “Gigante” también conocido como “El enmascarado de plata”, Leo-
            Luca Primitivo Nerón, estaba listo para entrar en acción si algo salía
            mal en el túnel de la muerte. Ametralladora en mano él no perdonaba
            a nadie, a nadie, ni a  Custodia Cabello Blanco.

            Asimismo, Euclides comprendió que hay mundos distintos, la vida
            política es uno de ellos, un mundo de maniobreros, de arribistas,
            oportunistas, que nada tienen que ver con los habitantes del lugar de
            su nacimiento. Sobre este tema, Anastasio Santacruz le dijo dos frases
            clave para su futura vida: primero está Dios sobre todas las cosas, y
            le inculcó la frase “El hombre es el arquitecto de su propio destino”,
            la última frase fue fatal para las pretensiones de convertirse en pre-
            sidente de la República de Bolivia. “Seré el cuarto presidente
            camba”, decía a sus amigos cuando estudiaba en Inteeso.

            Anastasio Santacruz le dijo a su hijo el día de su partida: “Esta frase
            la leí en mis sueños. Yo soñé que estaba más allá de este firmamento,
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