Page 75 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz 65
de Estado. Cuando todos conocieron las pretensiones de Euclides
Santacruz para ser candidato presidencial, fue cuando un docente
les enseñó la geografía nacional y les explicaba en un mapa las
tres principales regiones geográficas de Bolivia. El maestro, muy
criterioso, impartía enseñanza a los alumnos haciendo hincapié
que ellos nacieron en un lugar privilegiado por el Gran Creador,
que este paraíso estaba muy lejos de la sede de gobierno, desde
donde se gobierna a todos.
“Vivimos gracias a Dios cerca de cuatro grandes cataratas de un
parque que tiene la mayor riqueza natural en flora y fauna de nues-
tro país. Algún día, no muy lejano, esta región dará mucho que ha-
blar, cuando se descubra su importancia”, decía con mucha
vehemencia el docente. Además, este bello pueblo es la envidia de
todos, ya que inventamos una forma de vida pacífica, hombres la-
boriosos y mujeres ejemplares.
-Es “El Paraíso Escondido”, nadie lo dude, dijo Benvenuti una vez
a sus amigos italianos, quienes viajaron desde Sicilia para conocer
este bello paraje. Los vecinos de este apacible pueblito pagaban
de su bolsillo a cuatro dedicados maestros, que impartían una ex-
celente enseñanza a los estudiantes, quienes luego se trasladaban
a San Ignacio de Velasco para continuar sus estudios de secundaria
en el colegio Seminario y en el liceo de señoritas monseñor Rivero.
-Quiero que mi único hijo triunfe en la vida, -le dijo un día Anas-
tasio Santacruz a Joao Da Costa-, un comerciante que acababa de
comprar 300 terneros. “Tal vez usted crea que esto es una ilusión,
pero mi hijo tiene todo el viento a su favor, un padre que le puede
financiar una larga campaña electoral, estudiará arquitectura en la
Ciudad de los Anillos, en la mejor universidad.
“Tiene pinta de oriental. Claro, debe prepararse mucho en materia
de política, administración del Estado, aprender las mañas y arti-