Page 79 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz                            69



            ción de capitalizar las empresas estatales. El futuro gobierno que se
            instalaría en 1993 debía conducir el Estado hacia la verdadera capi-
            talización y en 1997, “Eu”, tendría en sus manos la conducción de la
            nave estatal.

            Los ojos grandes y negros de Euclides fueron abriéndose desde la
            Pampa de la Isla, cuando el autobús en que viajaba cruzaba a toda
            velocidad la avenida Virgen de Cotoca que ya al amanecer estaba
            atestada de automóviles y el febril trabajo de sus habitantes. Era un
            amanecer reluciente, el Sol asomaba sus primeros rayos por el este.
            Desconocida para él, pero acogedora era la ciudad de Santa Cruz de
            la Sierra, llena de vida, un sitio con alma y futuro, un sol con calor,
            una ciudad que lo recibió con los brazos abiertos, cuando su tía En-
            carnación Piérola, afanosamente le dio un abrazo y un beso tierno en
            la mejilla.

            Una tía que luego se convertiría en su mejor amiga, su mentora hasta
            el aciago día del primer atentado que casi acabó con su vida. Tiempo
            después, Euclides Santacruz sacó la lapidaria conclusión que quienes
            le destrozaron su futuro fueron algunos familiares de Alejandra Cen-
            turión y sus enemigos políticos. Estaba absolutamente seguro, fue
            una conspiración orquestada por Alain Centurión y el tal Enzo.

            -Mañana a primera hora vamos a tramitar tu título de bachiller a la
            René Moreno. ¿Tus papeles están en orden? Espero que sí, luego nos
            vamos al Instituto Técnico Especializado de Estudios Superiores del
            Oriente y averiguaremos el costo del estudio. Imagínate hijo, la ca-
            rrera de Arquitectura debe ser carísima. Pero bueno, tu padre está
            empeñado para que seas un gran profesional, su gran anhelo es que
            te conviertas en el cuarto presidente camba, pero primero en el señor
            arquitecto Euclides Santacruz Piérola, graduado con honores de In-
            teeso. Tu madre,  Celedonia Piérola, llorará de felicidad y se sentirá
            la mujer más feliz del mundo cuando te vea con tu título de arqui-
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