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etapa que va a iniciar. Para ello se le hará sentir que el nuevo ciclo que se abre
            ante su vida no es un espacio temporal cualquiera, sino un “tiempo sagrado”.
            Las celebraciones se expresan mediante componentes ordinarios (agua, aceite,
            vela, etc.) a los que se les ha cargado de un simbolismo que les convierte en
            “puertas” que se abren a lo trascendente.
            La  celebración  constituye  una  actividad  “excepcional”,  largamente  esperada,
            preparada con antelación y celebrada en un tiempo especial.
            Celebrar tiene mucho que ver con participar, estar juntos, compartir, expresar…
            Por ello, las celebraciones respetuosas de sus raíces antropológicas, tendrán en
            cuenta los siguientes parámetros:
               Hablarán al corazón y a la emoción.
               No  se  centrarán  en  conocer  elementos  doctrinales  sino  en  ofrecer  una
                vivencia compartida. Los contenidos, en vez de ser normativos, serán emo-
                cionales, tendiendo a pasar de una persona a otra.
               En la celebración confluirán distintas capacidades expresivas: sensaciones,
                corporalidad,  gestos  sentimientos,  recuerdos,  utopías  compartidas  que
                anticipan simbólicamente el futuro.



             NOTA 1:  Al concluir el módulo del Bautismo, sugerimos visitar la
             pila bautismal de la Parroquia.
               Observarla con atención: historia, símbolos, arte.

               Los jóvenes que están bautizados busquen los datos de su bau-
                tismo: lugar y fecha, fotos, quiénes fueron sus padrinos, etc.

             Si están en modo virtual, tomas fotos de la pila Bautismal de la Pa-
             rroquia y elaboras un ppt. Puedes incluir otras imágenes de pilas
             bautismales en templos conocidos por los jóvenes u otros.


             NOTA 2:  A continuación ofrecemos una celebración del RICA: el
             PRIMER ESCRUTINIO. Se trata de orar con y por nuestros jóvenes
             catecúmenos, que están por empezar el módulo del “Seguimiento
             de Jesús”, para que sean liberados del mal.
             Lo ideal es que esta celebración se inserte en la Misa Dominical,
             ante la comunidad reunida; si no es posible, puede celebrarse en el
             grupo catecumenal.

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