Page 194 - Libro Catecumeno
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Por eso, ante Jesús Eucaristía, sólo cabe la gratitud, el amor, la
adoración, y la voluntad de entrar también nosotros en su dinámica
de entrega: “Hagan esto mismo, en memoria mía”.
5. PLEGARIA:
Himno a Jesús Eucaristía. En silencio, leer el canto, interiorizarlo y
luego evidenciar las expresiones que más nos motivan. Orar, conversar
con Jesús a partir de ello. Se termina orándolo todos juntos
Aquella noche santa te nos quedaste nuestro,
Con angustia tu vida, sin heridas tu cuerpo.
Te nos quedaste vivo porque ibas a ser muerto,
Porque iban a romperte, te nos quedas entero.
Gota a gota tu sangre, grano a grano tu cuerpo,
un lagar y un molino en dos trozos de leño.
Te nos quedaste todo, amor y sacramento,
ternura prodigiosa, todo en ti tierra y cielo.
Te quedaste conciso, te escondiste concreto,
nada para el sentido, todo para el misterio.
Vino de sed herida, trigo de pan hambriento,
toda tu hambre cercana, tu blancura de fuego.
En este frío del hombre y en su labio reseco,
aquella noche santa te nos quedaste nuestro.
Te adoro Cristo oculto, te adoro trigo tierno. Amén
6. PROYECCIÓN
• ¿Cómo ser ‘Eucaristía’ para los demás? ¿De qué modos con-
cretos podríamos ‘dejarnos triturar’, como el trigo, para que los
demás tengan vida? ¿A quiénes dar vida?
• Busca un momento para estar en silencio en el templo donde
está presente, de verdad, Jesús en la Eucaristía. Ensáyate en la
fe. Agradécele por haber inventado este modo de quedarse con
nosotros, contigo. Inicia una conversación confiada, de amigos.
7. PARA RECORDAR
• La sagrada Eucaristía es el sacramento en el que Jesús entrega
por nosotros su Cuerpo y su Sangre: se entrega a sí mismo
para que también nosotros nos entreguemos a él con amor y
nos unamos a él en la sagrada Comunión.
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1 Catecismo Iglesia Católica: 1322,1324, 1409.
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