Page 44 - Encuentra tu persona vitamina
P. 44
corteza prefrontal y temporal, zonas encargadas de las relaciones sociales.
Otro dato interesante extraído es que estos cambios permanecían al menos
dos años tras dar a luz. Tras este estudio se podía adivinar, tras observar las
imágenes, si una mujer había estado embarazada o no.
Esa disminución de volumen en la materia gris no implica un
empeoramiento de las funciones cognitivas. Este fenómeno es semejante al
que se produce durante la adolescencia. Se denomina poda sináptica, se
perfeccionan las conexiones entre las neuronas y se elimina lo que no es
necesario para un mejor funcionamiento cerebral. Como aclara la
investigadora del estudio, Susanna Carmona, «se favorece un procesamiento
mental más maduro y eficiente».
Es como una reestructuración del cerebro para adaptarse de la mejor
manera al nacimiento de su hijo. Ayudará a la madre a captar las necesidades
del recién nacido y conectar emocionalmente con él. Este instinto es la causa
por la que muchas priorizan el cuidado del pequeño al de ellas.
La maternidad provoca cambios duraderos en el cerebro de las madres.
Todos ellos enfocados a proteger y cuidar el bebé de la forma más sana
posible.
La depresión posparto es una de mis grandes preocupaciones como
psiquiatra. Se cree que entre un diez y un veinte por ciento de las mujeres
tienen depresión posparto. Durante la residencia presencié varios episodios
severos en pacientes que me marcaron profundamente. Desde entonces,
siempre que acompaño a una mujer durante el embarazo, analizo bien los
posibles factores de estrés para ayudarle a evitar caer en depresión tras dar
a luz. El haber sufrido de trastornos depresivos a lo largo de la vida influye
en la posibilidad de padecerlo después del nacimiento de un hijo y hay que
prestar especial atención a ello.
En julio de 2019, el profesor Ryoichi Teruyama, del depar tamento de
Ciencias Biológicas de la Universidad Estatal de Lou isiana, publicó los
resultados de una investigación sobre la depresión posparto en la revista