Page 83 - Encuentra tu persona vitamina
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Cómo afectan los cimientos emocionales.
En ocasiones la mente realiza un ejercicio de superación y maduración,
pero para ello requiere haber hecho un clic interior; es decir, haber
atravesado un punto de inflexión donde somos conscientes de las cosas y uno
lo trabaja, lo analiza, lo acepta —¡qué importante es la aceptación!— y de
cierta manera perdona o supera el dolor o trauma.
Más de la mitad de la gente repite patrones sabiendo que no es lo más
adecuado, pero de corazón siente que hay algo que le une a las conductas de
su infancia y no puede deshacerse de ellas. A la larga, esto suele conllevar
relaciones de dependencia, tóxicas, dolorosas o profundamente dañinas.
E L CASO DE C ARMELA
—No sé qué me pasa, elijo mal a los hombres, siempre me acaban siendo infieles y creo que hay algo
que no hago bien. Ahora tengo pareja y vivo en una situación de total desconfianza y no disfruto de la
relación.
Carmela es una mujer alta, guapa y muy atractiva. Es secretaria de un abogado y profesionalmente
se siente afortunada. La impresión que transmite es de una mujer segura de sí misma.
Está angustiada. Le pido que me describa a sus tres novios y de forma analítica voy desmenuzando
la forma de ser de cada uno de ellos. Descubro que hay un denominador común: le gustan los hombres
ambiciosos, mujeriegos, seductores y con mucha labia.
Le pregunto cómo era la forma de ser de su padre.
—Mi padre le fue infiel siempre a mi madre. Recuerdo verla sufrir y llorar; pasó por varias
depresiones. Siempre he admirado la fidelidad y es algo que busco en mi vida, pero no sé por qué
acabo con hombres que me engañan. Mi padre no era buen marido, pero sí buen padre, siempre me
quiso mucho y yo era muy especial en su vida.