Page 17 - Querido cerebro, ¿qué coño quieres de mí?
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Te lo explico con un ejemplo: vas a casa de un amigo y tiene una caja
con forma de pizza en la que pone Pizzería Manolo. Ahí tus minions
están diciéndote que dentro de esa caja encontrarás una pizza. Si
encontraras dentro un muslo de pollo, tu cerebro tardaría unos segundos
en entender lo que está pasando, porque al principio solo serías capaz
de ver tus expectativas en forma de pizza. Segundos después, tu
cerebro lo contrastaría con la realidad y verías lo que realmente hay,
pero a veces las expectativas pueden llegar a ser tan creíbles que no
vemos la realidad hasta pasado un buen rato.
Pues así es el cerebro, cariño, el tío se inventa las cosas y luego ya si
eso las comprueba, normal que a veces la liemos parda…