Page 131 - LIBRO DE RELIGION 2° MEDIO
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Desde la perspectiva cristiana
El perdón en la Iglesia
La Iglesia, como continuadora de la obra salvadora de Jesucristo, tiene la misión
de luchar contra el mal y el pecado, y de transmitir el perdón de Dios, poder que
el propio Cristo le ha conferido.
El Evangelio de Juan explica que Jesús resucitado envió a los discípulos y les
dio la autoridad para perdonar los pecados:
Al llegar la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, los discípulos
se habían reunido con las puertas cerradas por miedo a las autoridades judías.
Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:
—¡Paz a ustedes!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al
Señor. Luego Jesús les dijo otra vez:
—¡Paz a ustedes! Como el Padre me envió a Mí, así Yo los envío a ustedes.
Y sopló sobre ellos, y les dijo:
—Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán El regreso del hijo pródigo, Rembrandt.
perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar.
Jn. 20, 19-23
El sacramento de la Reconciliación
En este sacramento, el obispo o el presbítero, en nombre de la Iglesia y de Jesús, concede
a los cristianos y cristianas arrepentidos el perdón de los pecados y lo reconcilian con
Dios y con la comunidad cristiana.
En el sacramento de la Reconciliación podemos distinguir:
1) El examen de conciencia. Es una revisión de mis actitudes y conductas que no promueven
el amor a Dios, a las personas que me rodean, a la naturaleza y a mí mismo.
2) El arrepentimiento de corazón. Es el dolor por el mal cometido y el deseo de cambiar
de actitud y no volver a pecar.
3) La confesión de los pecados. Es el momento en que el cristiano o cristiana expone los
pecados cometidos ante el sacerdote. Este acto ayuda a la conversión y es ya su primera
expresión.
4) La penitencia o reparación de los pecados cometidos. Es realizar una obra u oración que, en cierta medida, rec-
tifique y repare los daños causados por nuestros pecados.
5) La absolución de los pecados. Es el signo del sacramento. El presbítero perdona los pecados cometidos, en nombre
de Dios y de la Iglesia. Para ello, impone las manos sobre la cabeza del penitente y recita esta fórmula:
Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección de su Hijo y
derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el ministerio de la Iglesia, el
perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Ritual de la Penitencia
Actividad 6
1. Descubre cuatro formas en que podemos hacer el mal a nuestro prójimo. Luego que las hayas descubierto, indica cómo
se manifiestan en situaciones de tu vida juvenil.
B A R A L P A R A B O T O N E M I S A N E P N O S I O M I
2. Indica por qué crees que en el perdón de los pecados se hace presente el Espíritu de Dios, según el relato evangélico
de Juan.
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