Page 150 - LIBRO DE RELIGION 2° MEDIO
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Desde la perspectiva cristiana






                                                  Un nuevo modo de tomar la vida
                                                  La esperanza cristiana tiene su fuerza en la certeza de la compañía de Dios
                                                  en el camino de la vida. La vida merece ser vivida y gozada desde las cosas
                                                  realmente importantes. Apuntamos algunas de ellas:
                                                  •  Vivir cercanos al sufrimiento.
                                                     Esto es, vivir cerca de los que sufren y luchar contra el sufrimiento:
                                                     — El cristiano o cristiana vive de cerca el sufrimiento de los otros. No huye
                                                       de las situaciones que requieren su ayuda y colaboración. Especial-
                                                          mente presta su atención a las personas concretas, pues no hay
                                                          sufrimiento, sino personas que sufren. Por ello procura cultivar una
                                                          sensibilidad que le ayuda a ponerse en el lugar del otro y asumir su
                                                          limitación o dolor.

                                                           — El sufrimiento es muchas veces efecto del pecado, esto es, de la
                                                              falta de amor en el mundo. Por ello el cristiano se compromete
                                                              a erradicar las causas de sufrimiento y a aliviar el dolor. La cola-
                                                              boración con otros en este empeño muestra que la esperanza
                                                              en el más allá refuerza la responsabilidad en el aquí y ahora, es
                                                              decir, en el presente de la vida actual. Es así como se colabora
                                                              en el crecimiento de la “civilización del amor”.

                                    •  Vivir enfrentados a la muerte.
                                       El cristiano o cristiana sabe que está enfrentado a la muerte, que su destino no es una
                                       cuestión que olvidar. Aunque camina hacia la muerte, sabe que la vida merece ser vivida
                                       en convivencia con los demás.
                                       Esta experiencia le ayuda a colocar las cosas importantes en su sitio: sentir la alegría de
                                       compartir, cuidar a las personas, ejercer el perdón y la reconciliación, abrir posibilidades
                                       de futuro y reconocer en su interior la imagen de Dios.

                                    •  Vivir con la certeza de la resurrección.
                                       La certeza de su fe en la Resurrección hace al cristiano mantener la alegría más allá de
                                       las pruebas. Sabe que hay enfermedades, fracasos, decepciones y situaciones que nunca
                                       cambian. Pero también sabe que el dolor no es lo último: lo definitivo es el amor de Dios
                                       que va transformando nuestro mundo. Por ello, tiene humor para afrontar las pruebas,
                                       resistencia en las dificultades, alegría más allá de sus estados de ánimo y capacidad de
                                       luchar. Sabe que la “civilización del amor” ya está presente y crece cada día hasta llegar a
                                       su perfección en el Reino de los Cielos. Por eso, vive de la esperanza.


                  Actividad 7

                  El cristiano y la cristiana no evitan el sufrimiento, ni la muerte ni el riesgo de la fe, sino que les dan un sentido de fecundidad. Escribe
                  a continuación qué forma concreta adquiere el modo de enfrentar estos aspectos como joven cristiano:
                  a)  El sufrimiento que puedo sentir o ver a mi alrededor la puedo vivenciar con el siguiente sentido:


                  b)  La muerte con la que me enfrento o descubro a mi alrededor la puedo entender con el siguiente sentido:


                  c)  El riesgo de hacer mi opción de fe en Jesucristo lo puedo asumir con el siguiente sentido:




             150    RELIGIÓN 2º MEDIO •  UNIDAD 8
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