Page 51 - carlos llerasl
P. 51
tal, un poco infantil, como los franceses del
mediodía, que tanto han contribuido y con-
tribuyeron a la más alta exposición del es-
píritu francés.
Con la excepción de Laureano Gómez,
nadie ha tenido algo parecido a la autoridad
moral de Alberto Lleras. Ella se derivaba de su
acendrado patriotismo, de su desinterés ceno-
bítico, de su probidad sin límites, de la pureza
de su vida, del desdén por los bienes tempora-
les, que incluía algo del repudio hacia el poder
y la influencia corruptora de lo que Papini lla-
maba el estiércol del demonio. Un editorial de
Alberto Lleras, sin firma, que resultaba inne-
cesaria, pues el estilo delataba al autor, de los
que ocupaban toda la columna editorial de El
Tiempo en aquellas épocas, cambiaba el rumbo
de los acontecimientos. Recuerdo una página
suya en la cual trajo a colación que la indemni-
50