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2. Respuesta cristiana a algunas cuestiones
morales

En ocasiones nos encontramos ante situaciones conflictivas, a las que las personas damos diferentes respuestas.
Por ejemplo, ante las guerras, la discriminación, etc.
Así, para contestar a esas cuestiones:
— Unos aluden al individualismo: soy libre, puedo hacer lo que quiera, mientras no perjudique a otro; mi
cuerpo es mío y puedo hacer con él lo que me apetezca...
— Otros actúan pensando cómo les gustaría que los demás actuasen con ellos en una situación similar: ayudo
a los heridos en un accidente de coche porque, si me pasara a mí, me gustaría que me ayudasen.
— Y hay quienes actúan únicamente desde el corazón: miles de niños mueren de hambre, pero hay personas
que solo cuando ven la imagen de uno de ellos en televisión se conmueven y actúan.
La moral cristiana distingue con claridad lo que es bueno y lo que es malo. Esta distinción se fundamenta en
la dignidad, el valor y el respeto de la persona. En este apartado vamos a analizar una serie de situaciones
conflictivas indicando la postura cristiana.

2.1. Atentados contra la vida

La vida es un don de Dios. Es el mayor bien que tenemos y el origen de todos los demás. Es un derecho
inherente a la persona humana. Pero en ocasiones se cometen ciertos atentados contra ella como, por ejemplo,
cuando se quiere degradarla o eliminarla.

Degradación de la vida
Hay ocasiones en que la vida no se valora ni se respeta lo suficiente,
como, por ejemplo, en el caso de la drogadicción, la violación sexual y la
discriminación.
• La drogadicción. Las drogas son sustancias que crean adicción y
actúan sobre el sistema nervioso alterando el comportamiento y la in-
teligencia.
— La Iglesia admite la administración de estupefacientes con finalidad
terapéutica y bajo control médico.
— La Iglesia es contraria al consumo y al tráfico de drogas porque
disminuye las capacidades físicas, crea dependencia, debilita la
voluntad y la libertad de las personas, y genera problemas de
tipo social.
• La violación sexual. Es un acto de agresión que una persona ejerce
sobre otra con la finalidad de satisfacer sus propios deseos sexuales.
La moral cristiana no tolera ninguna forma de violación o persecución
sexual al considerar que se trata de un ataque a la dignidad de la persona,
a su libertad y a su intimidad.
• La discriminación. Consiste en tratar con menosprecio o de forma despectiva a una persona o a un colectivo de personas
por motivos raciales, políticos, económicos, religiosos o de cualquier otro tipo.
La fe cristiana recuerda que todas las personas sin distinción tienen una misma dignidad, los mismos derechos y los mismos
deberes.

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