Page 37 - Vida de San Agustín_Neat
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Agustín permaneció mucho tiempo en Roma alardeando de
su fama, amándose con sus amigos, disfrutando de los
beneficios de aquella ciudad, que un día fue y volvió a ser la
capital del imperio. Ahí vivieron grandes emperadores, se
construyeron grandes obras de arte, proyectos sociales,
alcantarillados, calles calzadas, los baños públicos, las
fuentes de aguas cristalinas llevadas desde lejos, espacios de
recreación. ¡Esto era impresionante!
Roma, ¡la gran Roma!, donde los turistas encontraban toda
diversión. Roma, la que calmaba la sed de los artistas. Roma,
la que brindaba calor a los solitarios. Roma, la que acogió a
Agustín en su incertidumbre y lucha por encontrar la verdad.
Si tan solo hablaran las ruinas de aquel lugar, estoy seguro,
que nos contarían de las lágrimas que este hombre derramó
en sus calles; nos contarían de sus luchas internas y,
también, de los amores que allí conoció, de las amistades
que suavizaron las penas de su desdicha. Allí, Agustín vivió
una gran etapa de su vida.
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