Page 117 - el_kybalion
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                    Pero  quizas  hemos  procedido  demasiado  aprisa.
                  El  “ml”  de muchos hombres  esta  compuesto  en gran
                  parte  de  la  conciencia que  tienen  de  su  propio  cuer-
                  po  y  de  sus  apetitos  fi'sicos,  etc.  Y,  estando  su  con­
                  ciencia  limitada  en  alto  grado  a  su  naturaleza  cor­
                  poral,  practicamente  “viven  alii”.  Algunos  hombres
                  van  tan  alia  en  esto  que  consideran  su  apariencia
                  personal  como  una  parte  de  su  “mi” ,  y  realmente
                  la  consideran  parte  de  si  mismos.  Un  escritor  di-
                  jo  con  mucho  humorismo  en  una  oportunidad  que
                  el  hombre  se  compone  de  tres  partes:  “Alma,  cuer-
                  po  y  vestidos” .  Y   esto  haria  que  muchos  perdieran
                  su  personalidad  si  se  les  despojara  de  sus  vestidos.
                  Pero,  aun  aquellos  que  no  estan  tan  estrechamente
                  esclavizados  con  la  idea  de  su  apariencia  personal,
                  lo  estan  por  la  conciencia  de  sus  cuerpos.  No  pue-
                  den  concebirse  sin  el.  Su  mente  les  parece  que  es
                  algo  “que  pertenece”  a  su  cuerpo,  lo  que,  en  mu­
                  chos  casos,  es  realmente  cierto.
                    Pero  conforme  el  hombre  adelante  en  la  escala
                  de  la  conciencia,  va  adquiriendo  el  poder  de  des-
                  prender  a  su  "mi”  de  esa  idea  corporal,  y  puede
                  pensar  de  su  cuerpo  que  es  algo  “ que  pertenece  a”
                  su  propia  parte  mental.  Pero  aun  entonces  es  muy
                  capaz  de  identificar  el  “mi”  completamente  con  sus
                  estados  mentales,  sensaciones,  etc.,  que  siente  exis-
                  ten  dentro  de  el.  E  identificara  esos  estados  consi-
                  go  mismo,  en  vez  de  estimarlos  como  simples  “ co-
                  sas”  producidas  por  su  mentalidad,  existente  en  el,
                  dentro  de  el  y  proviniendo  de  el,  pero  que,  sin  em­
                  bargo,  no  son  el  mismo.  Puede  comprobar  tambien
                  que  esos  estados  cambian  mediante  un  esfuerzo  vo-
                  litivo,  y  que  es  capaz  de  producir  una  sensacion  o
                  estado  de  naturaleza  completamente  opuesta  de  la
                  misma  manera,  y,  sin  embargo,  sigue  existiendo
                  siempre  el  mismo  “mi” .  Despues  de  un  tiempo,  po-
                  dra  asi  dejar  a  un  lado  esos  diversos  estados  men­
                  tales,  emociones,  sentimientos,  habitos,  cualidades,
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