Page 40 - mago de oz
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partido. Había menos casas y menos árboles
frutales, y cuanto más avanzaban tanto más
lúgubre y solitaria se tornaba la región.
Al mediodía se sentaron a la vera del camino,
cerca de un arroyuelo, y Dorothy abrió su cesta
para sacar un poco de pan, ofreciendo un pedazo
a su compañero, quien no lo aceptó.
—Nunca tengo hambre, y es una suerte que así
sea, pues mi boca es sólo una raya. Si abriera en
ella un agujero para poder comer, se me saldría la
paja de que estoy relleno y eso arruinaría la forma
de mi cabeza.
Comprendiendo lo acertado de tal razonamiento,
la niña asintió y siguió comiendo su pan.
—Cuéntame algo de ti misma y del país del que
vienes —pidió el Espantapájaros cuando ella
hubo finalizado su comida.
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