Page 378 - Frankenstein
P. 378

––Esté usted seguro ––dijo–– de que no aho-
   rraré esfuerzos para encontrar al villano.
     Le quedo muy agradecido ––respondí—. Es-
   cuche, pues, la declaración que voy a hacer. Es
   en verdad una historia tan extraña que temería
   que usted no me creyera, de no ser por que hay
   algo en las verdades, por insólitas que parez-
   can, que fuerzan la convicción. Mi relato es de-
   masiado coherente como para que pueda to-
   marse por un sueño, y no tengo motivos para
   mentir.
     De esta forma me dirigí a él, con voz tranquila
   pero  seria;  había  decidido  perseguir  a  mi  des-
   tructor hasta la muerte, y este propósito calma-
   ba mi angustia y me reconciliaba un poco con la
   vida. Narré mi historia brevemente, pero con
   firmeza y precisión, dando fechas exactas y sin
   desviarme del tema para lamentarme de los
   hechos.
     Al principio, el magistrado demostraba una
   total incredulidad, pero a medida que prose-
   guía escuchó con mayor atención e interés;
   373   374   375   376   377   378   379   380   381   382   383