Page 36 - Coleccion d elibros de lectura
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—¡Tonterías! —exclamó el señor relámpago iluminó toda la estancia y
Otis—. Con un líquido quitamanchas retumbó un gran trueno que hizo que
desaparecerá en un instante. la empleada se desmayara.
Y antes de que la empleada Cuando volvió en sí, la mujer les
pudiera intervenir, el ministro salió comentó a los señores Otis que había
del comedor, regresó con un frasco escuchado cosas terribles de aquel
y se arrodilló para frotar la mancha castillo. Ellos le aseguraron que no
con el líquido. A los pocos instantes tenían miedo de ningún fantasma.
había desaparecido. La tormenta continuó toda la noche,
—¡Yo sabía que este líquido la sin que sucediera nada extraordinario.
borraría! —exclamó en tono triunfal A la mañana siguiente, cuando la
el señor Otis, pero apenas había familia bajó a desayunar, encontraron
pronunciado esas palabras un nuevamente la mancha en el piso.
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