Page 29 - Primer libro VIM
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En los países africanos, asiáticos y latinoamericanos, la falta de presupuesto y de reglamentos adecuados,
nos ha llevado a buscar otras alternativas. En estos países, la participación democrática está tan debilitada
que en la mayoría de las empresas o de las instituciones públicas, las PCD podemos exigir y gritar; y, no
pasan de ser sólo voces en el desierto.
Se hace patente la necesidad de un Modelo más Integral
Todo este contexto nos permitió darnos cuenta de la gran necesidad que existe en el mundo de una
rehabilitación más completa, activa y profunda; y de procesos de integración social mejor acompañados. Nos ayudó
a fortalecer la misión de Vida Independiente México, para encarar realidades de exclusión y discriminación, que con
frecuencia esconde nuestro país; que nos alejan del objetivo y nos hacen reflexionar en la necesidad de romper
barreras, no sólo físicas o arquitectónicas, sino sobre todo sociales: comenzando por evitar los falsos liderazgos, en los
que fácilmente cualquier persona con discapacidad múltiple (motora y emocional) puede terminar acomodándose; por
dinero, poder o prestigio. Vendiéndose al mejor postor, en detrimento del verdadero sentido del servicio público.
Es así como VIM comenzó a sumar líderes que sí fueran capaces de darse cuenta de que el famoso pastel
que muchos temen que “se acabe” es un espacio de acción y decisión tan grande, que tomará varias
generaciones atenderlo como es debido. Baste un botón de muestra: un finlandés trajo DPI a México y
le hicieron creer que Santiago fundaría la DPI en el país; se resistían a aceptar que estaba creando un
movimiento distinto, diversamente independiente. Muchos gurús comenzaron a darle la espalda a este
nuevo movimiento en México, porque su visión es y ha sido la de concentrarse en exigir todo al Gobierno.
Concluyó el intenso año de 1998, con el firme compromiso de Santiago de trabajar más a nivel interno.
La Asamblea Mundial le permitió reflejarse en la precaria realidad de muchos países participantes y darse
cuenta de la gran necesidad de aplicar su modelo de rehabilitación con más fuerza a nivel local, para
ayudar realmente a la gente que está muriendo; a las miles de personas que anhelan conocer una forma
distinta de vivir su discapacidad o que, simplemente, no merecen morir en el absoluto abandono . Nos
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dimos cuenta que sólo así, era posible construir un movimiento de Vida Independiente más sólido, que
realmente pudiera contribuir a la integración social de personas con discapacidad motora en México.
La Asamblea nos evidenció que no tenía ningún sentido hacer ruido a nivel internacional, si el movimiento
en México no era capaz de generar resultados palpables, habiendo cientos de miles de hermanos
discapacitados en el país, que aún se encuentran agonizando, sin esperanza de sobrevivir; y, mucho
menos de saber lo que es una vida independiente. Personas que muy probablemente, jamás tendrán la
posibilidad de vivir la experiencia profundamente humana de asumir en plenitud la responsabilidad de su
propia discapacidad; y, enriquecer con su propia rehabilitación, la historia de la humanidad.
7 Convención DPD: Artículo 16.- Protección contra la explotación, la violencia y el abuso; 1). Los Estados Partes adoptarán todas las medidas
de carácter legislativo, administrativo, social, educativo y de otra índole que sean pertinentes para proteger a las personas con discapacidad,
tanto en el seno del hogar como fuera de él, contra todas las formas de explotación, violencia y abuso, incluidos los aspectos relacionados con el
género. 2) Los Estados Partes también adoptarán todas las medidas pertinentes para impedir cualquier forma de explotación, violencia y abuso
asegurando, entre otras cosas, que existan formas adecuadas de asistencia y apoyo que tengan en cuenta el género y la edad para las personas con
discapacidad y sus familiares y cuidadores, incluso proporcionando información y educación sobre la manera de prevenir, reconocer y denunciar
los casos de explotación, violencia y abuso. Los Estados Partes asegurarán que los servicios de protección tengan en cuenta la edad, el género
y la discapacidad. 3).A fin de impedir que se produzcan casos de explotación, violencia y abuso, los Estados Partes asegurarán que todos los
servicios y programas diseñados para servir a las personas con discapacidad sean supervisados efectivamente por autoridades independientes.
4). Los Estados Partes tomarán todas las medidas pertinentes para promover la recuperación física, cognitiva y psicológica, la rehabilitación y la
reintegración social de las personas con discapacidad que sean víctimas de cualquier forma de explotación, violencia o abuso, incluso mediante la
prestación de servicios de protección. Dicha recuperación e integración tendrán lugar en un entorno que sea favorable para la salud, el bienestar,
la autoestima, la dignidad y la autonomía de la persona y que tenga en cuenta las necesidades específicas del género y la edad. 5). Los Estados
Partes adoptarán legislación y políticas efectivas, incluidas legislación y políticas centradas en la mujer y en la infancia, para asegurar que los casos
de explotación, violencia y abuso contra personas con discapacidad sean detectados, investigados y, en su caso, juzgados. Modelo VIM: de nada
sirve que tengamos un derecho que nos proteja contra el abuso y la explotación, si entre chuecos abusamos unos de los otros; o, nos valemos
del tema, sólo para ganar puestos públicos (explotación).
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