Page 25 - Primer libro VIM
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ruedas y cómo nos han visto. Son la síntesis de muchas reflexiones que han inspirado nuestro propio
               proceso de toma de conciencia y mucho anhelamos que en algún momento, puedan servir para hacer
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               realidad, más eficazmente, el Art. 8 de la Convención :
               Primer aprendizaje: Si bien es cierto, existen discapacidades en el mundo que son relativamente fáciles
               de conocer y clasificar, como pueden ser las discapacidades físicas o las intelectuales –aceptadas hoy por
               las ciencias médicas y sociales; e incluidas en las clasificaciones del Funcionamiento, la Discapacidad y la
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               Salud (como la CIF) -; nadie puede afirmar con base científica que existan personas en el mundo que estén
               absolutamente libres de toda discapacidad (sobre todo, las más difíciles de detectar: sexuales, emocionales
               y orgánicas); independientemente de si éstas últimas, son reconocidas o no oficialmente.

               Segundo: Aún reconociendo que los seres humanos debamos esperar a que los nuevos avances en las investigaciones
               –y las consultas sociales pertinentes-, nos permitan saber si podemos ampliar o no las clasificaciones internacionales,
               para incluir “nuevas” discapacidades o una visión más integral del fenómeno de la discapacidad en el mundo, más
               acorde con la realidad que vivimos; no creemos que clasificar a los seres humanos en “personas con” y “personas
               sin” discapacidad, sea una denominación útil y justa. De entrada, porque puede generar -y de hecho, genera- no
               pocos abusos; incluso, por parte nuestra como personas con discapacidad motora: al creer que las personas “sin
               discapacidad” tienen una mayor responsabilidad que nosotras -“personas con discapacidad”- a la hora de hacernos
               cargo de nuestra propia vida personal; o de la vida social y política del país y del mundo.

               Tercero: A cualquier persona, cuando la etiquetamos o la estigmatizamos, aún en forma aparentemente
               “positiva” como puede ser la etiqueta de persona “sin” discapacidad, lejos de hacerle un beneficio, la estamos
               perjudicando. Pues estamos creando un ambiente inadecuado para que pueda asumir la responsabilidad de
               hacerse cargo de su propia discapacidad; y, en su caso, poder capacitarse y rehabilitarse para ello.  Y dado que
               la discapacidad emocional es muy probablemente la más difícil de detectar y de aceptar, creemos que es la
               más propicia a crear refugios en zonas de confort que de hecho le están haciendo perder a la persona que vive
               esa particular condición, un tiempo valioso para crecer y transformarse. Al estigmatizarla, sin darnos cuenta,
               la estamos privando de la oportunidad de aprender a vivir desde su propia realidad e identidad.


               Cuarto:  Cuando  las  personas  no  asumimos  la  responsabilidad  de  nuestra  propia  discapacidad,  por
               desconocimiento, chantaje o comodidad; generamos mucho daño a nuestro alrededor: a nosotras mismas, a

               4 Convención DPD: Artículo 8 Toma de conciencia.-1. Los Estados Partes se comprometen a adoptar medidas inmediatas,  efectivas y pertinentes
               para:  a) Sensibilizar a la sociedad, incluso a nivel familiar, para que tome mayor conciencia respecto de las personas con discapacidad y fomentar el
               respeto de los derechos y la dignidad de estas personas; b)Luchar contra los estereotipos, los prejuicios y las prácticas nocivas respecto de las personas
               con discapacidad, incluidos los que se basan en el género o la edad, en todos los ámbitos de la vida; e) Promover la toma de conciencia respecto
               de las capacidades y aportaciones de las personas con discapacidad. 2. Las medidas a este fin incluyen: a) Poner en marcha y mantener campañas
               efectivas de sensibilización pública destinadas a: i) Fomentar actitudes receptivas respecto de los derechos de las personas con discapacidad; ii)
               Promover percepciones positivas y una mayor conciencia social respecto de las personas con discapacidad; iii) Promover el reconocimiento de las
               capacidades, los méritos y las habilidades de las personas con discapacidad y de sus aportaciones en relación con el lugar de trabajo y el mercado
               laboral; b) Fomentar en todos los niveles del sistema educativo, incluso entre todos los niños y las niñas desde una edad temprana, una actitud
               de respeto de los derechos de las personas con discapacidad; e) Alentar a todos los órganos de los medios de comunicación a que difundan una
               imagen de las personas con discapacidad que sea compatible con el propósito de la presente Convención; d) Promover programas de formación
               sobre sensibilización que tengan en cuenta a las personas con discapacidad y los derechos de estas personas. Modelo VIM: la toma de conciencia
               en el mundo, requiere necesariamente un proceso de resignificación de la discapacidad como condición humana esencial.
               5 En 1980, la Organización Mundial de la Salud publicó la Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM) con
               carácter experimental. Los avances de investigación en las décadas de los ochenta y principios de los noventa generaron la necesidad de una
               revisión a fondo de la CIDDM para elaborar una clasificación más completa. Como resultado de cinco años de consulta internacional y estudios de
               campo sistemáticos, se genera la CIDDM-2 o CIF.  Dentro de las clasificaciones internacionales, las condiciones de salud (enfermedades, trastornos,
               lesiones, etc) se clasifican con la CIE-10 (abreviatura de la Clasificación Internacional de Enfermedades, Décima Revisión), que brinda un marco
               conceptual basado en la etiología. El funcionamiento y la discapacidad asociados con las condiciones de salud se clasifican con la CIF, por lo tanto
               la CIE-10 y la CIF son complementarias y deben ser usadas conjuntamente (cfr. sitio web del Centro Colaborador para la Familia de Clasificaciones
               Internacionales de la OMS en México: www.cemece.salud.gob.mx). Modelo VIM: minusvalías y deficiencias son conceptos peyorativos que
               pueden generar prejuicios o estigmas; y, no abonan al necesarísimo proceso de resignificar la discapacidad en el mundo. Tal vez sería mejor que
               lleváramos a la fama, conceptos más acordes con nuestra realidad como especie, por ejemplo: “diversidad humana”.
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