Page 27 - Primer libro VIM

mismo, impulsar la presencia del tema de discapacidad al interior del tercer sector: participando en el Consejo
Estatal de Organizaciones No Gubernamentales del Estado de Nayarit y coordinando Foros Estatales para el Apoyo
a Personas con Discapacidad en el mismo Estado. Posteriormente VIM colaboró con la Cámara de Diputados,
para la elaboración de una iniciativa de ley a favor de las personas con discapacidad y como representante de las
organizaciones no gubernamentales del Estado de Nayarit ante un reunión nacional organizada por la Secretaría
de Desarrollo Social (SEDESOL). Finalmente, el movimiento participó en un curso de “Liderazgo para Promotores
de Integración Social” en Metepec, Puebla; el cual , ayudó a enriquecer nuestros conocimientos sobre el sentido y
trascendencia del liderazgo social de las personas con discapacidad, en sus comunidades locales.

En los años de 1996 y 1997, VIM concentró sus actividades nuevamente en el ámbito internacional:
Santiago se convirtió en pieza clave del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Atlanta, Giorgia,
EUA y fue nombrado principal responsable de organizar la V Asamblea Mundial de la DPI a celebrarse dos
años después, en la Ciudad de México; en preparación de lo cual, fue reelecto en mayo de 1996, Presidente
de la COMELFIRDEM, A.C. e invitado especial a la reunión del Consejo Mundial de la DPI en Washington,
D.C. cuyo propósito central consistió precisamente en la organización de dicho evento mundial.

En ese mismo período, Santiago fue nombrado Presidente de la Región Latinoamericana de la DPI, en
la reunión internacional celebrada en la Ciudad de México. Cuatro años vinculados al movimiento
latinoamericano nos permitieron darnos cuenta de la deplorable situación de las personas con discapacidad
en Centroamérica y Sudamérica, al menos en los países miembros: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,
Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú,
República Dominicana y Uruguay. Situación que en realidad no es muy diferente de la que se vive en
México y en muchos otros países del mundo: el desafío de la discapacidad es reducido a un tema menor en
la agenda política de cada país y las políticas públicas tendientes a promover la integración de las personas
con discapacidad, no logran avanzar más allá de un bello discurso; en el mejor de los casos.

Hacia finales de 1997, nuestro movimiento se concentra en difundir la V Asamblea Mundial que tendría
lugar en México, a principios de diciembre del siguiente año. Una reunión para personas con discapacidad
de todo el mundo, en agosto de 1997, convocada por el Presidente Bill Clinton en el Departamento de
Estado de los Estados Unidos y el II Congreso Internacional de los Derechos Humanos de las Personas
con Discapacidad, en octubre de 1997, con la presencia de organizaciones de 15 diferentes países de
Latinoamérica y Europa, nos habrían de facilitar mucho esa tarea.

1998: año crucial para el modelo Vida Independiente México

Un año muy especial para el proceso de gestación del movimiento Vida Independiente México y su modelo
de integración, fue sin duda 1998. No sólo por lo que pudimos cosechar, sino por lo que soltamos. No sólo
por lo que cobró vida, sino por lo que dejaba de existir para nosotros. Fue el año en que nos vestimos de
gala para recibir a los más de 5 mil delegadas y delegados de todo el mundo, que se dieron cita en la Ciudad
de México para celebrar la V Asamblea Mundial de Personas con Discapacidad, organizada por VIM.

Fue el año en que se fundó la primera organización formal de nuestra agrupación, con un nombre que al paso de
los años ha resultado muy visionario pues se identifica plenamente con la misión más amplia de integración social
que estamos comenzado a asumir al interior del movimiento: la Fundación Mexicana de Integración Social, IAP.

Fue el año en que el mundo entero celebraba en las formas más variadas y con los más diversos matices, el 50
Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; y, en el que Naciones Unidas proclamaba
la Declaración de Responsabilidades y Deberes Humanos, precisamente para conmemorarlo.Este último,
significa para VIM un documento tan importante o quizá más, que la propia Convención sobre los Derechos de
las Personas con Discapacidad. Ciertamente es un documento poco conocido, que no ha sido suficientemente
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