Page 23 - Primer libro VIM
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las personas con discapacidad en México. Quince años de vivir la discapacidad, sin sentirse un discapacitado;
es decir, con una trayectoria de independencia aprendida fuera de los cauces institucionales o de los espacios
partidistas e ideológicos -que de muy diversas maneras, por cierto, intentaron manipularlo y jalarlo a sus
filas-, habrían de ir consolidando su fuerza social.
Con frecuencia, dichos grupos partidistas o ideológicos trataron de utilizar ese capital social de Santiago para
lograr cierta presencia en la Cámara de Diputados o en Programas de Televisión -como el de Nino Canún-.
Espacios en los que sólo eran capaces de convocar a una cuantas PCD en condiciones muy deprimentes: tanto
por lo exiguo de su propia convocatoria (tres o cuatro personas, cuando mucho, usando sillas ortopédicas y con
discapacidades muy añejas -secuelas de polio, por ejemplo-, poco representativas de la realidad mexicana);
como por la superficialidad de sus propuestas, reducidas a un enfoque meramente asistencialista, con
beneficios de tipo material solamente: despensas, seguros, viviendas, para las personas con discapacidad.
Mientras que Santiago, con su gestante movimiento de vida independiente, ya era capaz para esas épocas (1994) de
llevar un autobús repleto de personas con discapacidad y de obligar a la Cámara de Diputados a instalar sus primeras
rampas, a fin de asegurar las condiciones mínimas de acceso digno para las compañeras y compañeros invitados.
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En tales condiciones de manipulación y debilidad , no había fuerza suficiente para impulsar ninguna ley ni
Reglamento a favor de las personas con discapacidad. Aunque, paradójicamente -hay que decirlo-, fue ese
vacío el que hizo posible que nuestro movimiento comenzara a tomar fuerza en todo el país.
Dos factores serían determinantes en esos primeros 15 años de discapacidad de Santiago, para nutrir el
proceso de gestación del movimiento Vida Independiente y su Modelo de Integración Social en México:
la conciencia de la necesidad de un mayor liderazgo social de la discapacidad y la urgencia de una mejor
comprensión social del significado de la discapacidad en el mundo.
Se necesita un mayor liderazgo social de la discapacidad en
Latinoamérica
Fuera de Vida Independiente, los líderes con discapacidad eran contados con los dedos y estaban muy
concentrados en actividades partidistas. Se auto frenaban con frecuencia y se manejaban con mucho
miedo: temerosos de ver disminuido “el tamaño de su pastel”. Ciertamente, algunos de ellos llegaron a
acumular bastante experiencia, luego de monopolizar el tema durante más de 20 años.
Hoy en día, hay liderazgos de este tipo que continúan ocupando espacios de poder o de decisión en algunos
países. Han cambiado de partidos, pero la actitud fundamentalmente es la misma: no mermar demasiado
2 Convención DPD: Artículo 29.- Participación en la vida política y pública. Los Estados Partes garantizarán a las personas con discapacidad los
derechos políticos y la posibilidad de gozar de ellos en igualdad de condiciones con las demás y se comprometerán a: a) Asegurar que las personas
con discapacidad puedan participar plena y efectivamente en la vida política y pública en igualdad de condiciones con las demás, directamente o
a través de representantes libremente elegidos, incluidos el derecho y la posibilidad de las personas con discapacidad a votar y ser elegidas, entre
otras formas mediante: i) La garantía de que los procedimientos, instalaciones y materiales electorales sean adecuados, accesibles y fáciles de
entender y utilizar; ii) La protección del derecho de las personas con discapacidad a emitir su voto en secreto en elecciones y referéndum públicos
sin intimidación, y a presentarse efectivamente como candidatas en las elecciones, ejercer cargos y desempeñar cualquier función pública a todos
los niveles de gobierno, facilitando el uso de nuevas tecnologías y tecnologías de apoyo cuando proceda; iii) La garantía de la libre expresión de la
voluntad de las personas con discapacidad como electores y a este fin, cuando sea necesario y a petición de ellas, permitir que una persona de su
elección les preste asistencia para votar; b) Promover activamente un entorno en el que las personas con discapacidad puedan participar plena y
efectivamente en la dirección de los asuntos públicos, sin discriminación y en igualdad de condiciones con las demás, y fomentar su participación
en los asuntos públicos y, entre otras cosas: i) Su participación en organizaciones y asociaciones no gubernamentales relacionadas con la vida
pública y política del país, incluidas las actividades y la administración de los partidos políticos; ii) La constitución de organizaciones de personas
con discapacidad que representen a estas personas a nivel internacional, nacional, regional y local, y su incorporación a dichas organizaciones.
Modelo VIM: Participar en la vida política y pública de cualquier país, es un proceso muy complejo; hay demasiados intereses en juego. Las
discapacidades emocionales se exacerban. Se necesita una transformación social -personal, comunitaria, cultural- antes de emprender ese
viaje; que se note la presencia de las PCD y se tenga la fuerza para incidir.
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