Page 19 - Primer libro VIM
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congénitas; derivadas de entornos poco afectivos, agresivos o de violencia extrema. Probablemente, es el tipo de
discapacidad más extendida y menos atendida, no sólo en Nayarit sino en el mundo entero; entre otras razones,
porque sus manifestaciones externas no son fáciles de identificar y porque es quizá el tipo menos estudiado
de todos, sobre todo en cuanto a sus efectos limitantes y, en ocasiones, devastadores para los procesos de
integración laboral y social de cualquier comunidad. Esta discapacidad, cuando no es asumida, va acompañada
comúnmente de un sinnúmero de adicciones: dinero, poder, sexo, exclusión, discriminación, abandono y otras
conductas compulsivas; además de todo tipo de fármacos y sustancias adictivas o enervantes.
Las discapacidades intelectuales o mentales, que son probablemente el más complejo de los cinco tipos de
discapacidades. También conocidas como deficiencia, retraso o retardo mental, se presentan en distintos grados
según el coeficiente intelectual: leve, moderada, severa y profunda. Las causas pueden ser muy diversas: alteraciones
genéticas; enfermedades prenatales, perinatales, postnatales; falta de yodo o de oxígeno al nacer; uso inadecuado
de fórceps; nacimientos prematuros o con bajo peso al nacer; fiebres altas por infecciones cerebrales (meningitis),
deshidratación, golpes o heridas fuertes en la cabeza, entre otras. O bien, de tipo ambiental y que pueden afectar
a cualquier niña o niño sanos: desnutrición, carencia de estímulos, afecto, oportunidades, uso de medicamentos o
drogas dañinas durante el embarazo, entre otros. Este descontrol ambiental, genera muchas discapacidades y es
muy común en los llamados países desarrollados. El impacto negativo para la integración laboral y social de quienes
viven este tipo de discapacidades, es quizá el más elevado de todos: estas personas, sobre todo tratándose del
tipo severo y profundo, con demasiada frecuencia son confinadas en sus casas, hospitales, centros de salud y otras
instituciones, cuando no terminan como indigentes deambulando por las calles.
Nayarit: espejo de un mundo discapacitado
El Estado de Nayarit alberga toda esta gama de discapacidades que hemos descrito. No es un territorio demasiado
grande, así que en un par de décadas de residir ahí, uno puede apreciar la gran diversidad humana que ahí vive;
y que no es muy distinta, por cierto, a la que puede observarse en el mundo entero, tanto en los llamados países
en desarrollo como en los incorrectamente nombrados países desarrollados. La gran mayoría de la población a
nivel mundial, ignora que padece algún tipo de discapacidad y el pequeño porcentaje que sí es consciente de
que tiene problemas o limitaciones serias para una sana integración laboral y social, no acepta su discapacidad
o no la reconoce como tal; con lo cual, se vuelve incapaz de asumirla y hacerse responsable de ella.
De todas las discapacidades, la que menos se asume sin duda, es la discapacidad emocional. Y precisamente
por ello, es quizá la más extendida, no sólo en México sino en el resto de Latinoamérica y del mundo
entero. Uno puede apreciar claramente los efectos devastadores de este tipo de discapacidad, cuando
no es asumida: todos aquéllos que buscan a cualquier precio llenar su huella de abandono afectivo, por
medio de conductas compulsivas como el sexo, poder, dinero, fama, sensaciones, exclusión, discriminación,
muy probablemente la viven. Ellos deben saber identificar el tipo de discapacidad que tienen, aceptarla,
reconocerla y hacerse responsables de ella. Su propia conducta compulsiva u obsesiva es un reflejo de esa
discapacidad y, por tanto, el mejor referente para ubicarla y atenderla.
Muchas personas en el mundo, obsesionadas de poder político o económico, viven este tipo de discapacidad. La
obsesión puede llegar a límites inimaginables: si para tener más dinero o más poder, hay que talar montes, destruir
asentamientos o afectar vidas humanas, las personas con profunda discapacidad emocional pueden llegar a hacerlo
sin control alguno; afectando o destruyendo la débil integración laboral o social que puedan encontrar a su paso.
La discapacidad emocional, sin embargo, también puede presentarse de un modo más sutil: a través
del abuso de los más débiles, de la violencia cotidiana en las relaciones familiares, en las escuelas y en
los centros de trabajo. Y es así como la vivió Santiago Velázquez Duarte, fundador del movimiento Vida
Independiente México para Personas con Discapacidad, antes y después de su accidente discapacitante.
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