Page 75 - 19 Marie Curie
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En el último año del siglo XIX Marie y Pierre no eran los únicos
que se preguntaban por las causas de la radiactividad. El descu-
brimiento del polonio y el radio había provocado que otros cientí-
ficos investigaran lo que ya era un nuevo campo de la ciencia. La
radiactividad se había convertido en el tema de moda, y un selecto
grupo de científicos trabajaba a ciegas en un mundo nuevo donde
las certezas de antaño, como la indivisibilidad del átomo, se esta-
ban resquebrajando. En medio de este frenesí, los Curie seguían
suministrando generosamente a muchos de los investigadores con
los que competían los preparados de radio obtenidos por Marie
con tanto trabajo. Otros científicos, como el alemán Friedrich
Oskar Giesel, siguieron el método desarrollado y descrito por
Marie y establecieron fructíferas relaciones con la industria.
A pesar de ser una fuente de preparados de radio y de que
era muy conocido en todos los laboratorios europeos, incluso
en los que no estudiaban nada relacionado con la radiactividad,
el laboratorio de los Curie era de los peor dotados en cuanto a
instrumentación y personal. Así, por ejemplo, cuando al químico
ruso-alemán Wilhelm Ostwald, que ganaría el premio Nobel de
Química en 1909, le enseñaron el laboratorio de los Curie estando
ellos ausentes no podía creer que en ese antro, «mezcla de sótano,
almacén de patatas y establo», Marie hubiera descubierto dos nue-
vos elementos químicos sin cobrar nada por su trabajo.
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