Page 130 - 04 Max Planck
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característica plenamente cuántica,
consecuencia física del principio de
incertidumbre. Si, como hemos visto,
las partículas cuánticas no tienen
una trayectoria definida, cuando dos
partículas idénticas entran en inte-
racción -por ejemplo, en una coli-
B B
sión-, no podemos seguirlas ni
Colisión clásica
distinguirlas. La dualidad onda-cor-
púsculo da una interpretación intui-
Partícula A ¿A o B? tiva de esta propiedad: si las dos
/ partículas están tan alejadas que sus
ondas asociadas no se solapan, pode-
mos considerarlas como entes sepa-
rados. Cuando entran en interacción
las ondas interfieren y se superpo-
/ nen, por lo que no cabe decir con cer-
Partícula B ¿A o B? teza dónde está una partícula y dónde
está la otra. Al terminar la interac-
Colisión cuántica
ción podemos hablar de nuevo de
dos partículas, pero ya no sabemos
cuál es cuál. En la figura puede apre-
Tras la colisión ciarse la diferencia entre la visión clásica de una colisión entre
cuántica quedan
de nuevo dos partículas, después de la cual ambas son distinguibles, de la noción
partículas, pero no cuántica de interferencia, que impide dicha distinción.
podremos decir
cuál es cuál. En un artículo escrito ese mismo año, Einstein generalizó la
estadística de Base al caso de un gas de partículas materiales ( en
lugar de fotones), derivando de ello las leyes del gas cuántico. El
artículo de Base puso fin a la búsqueda de una fundamentación
consistente a partir de principios generales de la ley de Planck.
Einstein, Ehrenfest y, sobre todo, Paul Dirac pulieron algunos de-
talles e hicieron explícitas las hipótesis que Base había realizado
implícitan1ente. La deducción de Base de la ley de Planck es la que
solemos encontrar en los libros de texto de física estadística hoy
en día; una deducción, al fin, plenamente cuántica.
130 LA EDAD CUÁNTICA