Page 7 - 04 Max Planck
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Introducción













        El 14 de mayo de 2009, a las 10 horas y 12 minutos, hora local, los
        motores del Aria ne 5 se encendieron y el cohete inició su ascenso
        hacia el espacio desde la base de la Agencia Espacial Europea
        (ESA) en la Guayana Francesa. En dos minutos y medio alcanzó
        los 70 km de altura y, en ese momento, se separaron los dos mo-
        tores auxiliares de combustible sólido. La línea que dibujaba la
        enorme humareda que iba dejando el cohete se quebró un poco
        entre las nubes. En ese instante la velocidad era de 2 km/s, casi
        seis veces la velocidad del sonido, y el cohete seguía: propulsado
        por su motor principal. Este utilizaba hidrógeno y oxígeno, alma-
        cenados en los tanques en forma líquida a baja temperatura. La
        combustión del hidrógeno proporcionaba la energía impulsora.
        Casi toda la masa inicial del ingenio era combustible y cuando,
        finalmente, se alcanzó la altura deseada, solo quedaba en torno a
        un 1 % de aquella.
            El Ariane 5 llevaba a bordo dos artefactos espaciales, llama-
        dos Planck y H erschel. Este último es un telescopio de infrarrojos
        de 3,50 m de diámetro. Planck es un satélite que reúne diversos
        instrumentos dedicados al estudio de la radiación de fondo  de
        microondas. Todo el universo está bañado por una radiación elec-
        tromagnética que fue emitida en una época lejana, cuando aún no
        existían las estrellas y todo el espacio estaba lleno de una sopa de
        partículas y radiación, tan intensa esta que los átomos no podían





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