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mente, en opinión de algunos historiadores polacos, el talento de
sus matemáticos no fue aprovechado por los británicos.
TURING EN BLETCHLEY PARK
Con cerca de diez mil trabajadores a finales de la Segunda Guerra
Mundial, Bletchley Park fue un auténtico complejo de espionaje
contra la Alemania nazi. Organizados en sectores ubicados en ba-
rracones, como si de una fábrica se tratase, los británicos se re-
partieron el trabajo de espionaje. En un sector los técnicos yana-
listas interceptaban los mensajes del Gobierno alemán o de sus
ejércitos; otro sector se encargaba de descifrar los mensajes;
mientras que un tercer sector, a partir de los mensajes descifra-
dos, intentaba reconstruir el escenario o las intenciones de las
operaciones militares de los alemanes. El trabajo se repartía te-
niendo en cuenta que los alemanes utilizaban distintas redes de
comunicación, configurando las máquinas Enigma de forma dis-
tinta en cada una de estas redes. Con tal propósito el personal de
Bletchley Park identificaba cada una de las redes con nombres en
clave, como Red (rojo), Shark (tiburón) o Chajfinch (pinzón).
En el barracón número 8 (Hut 8) estaba Alan Turing, que se
incorporó al complejo de Bletchley Park el 4 de septiembre de
1939, justo al día siguiente de que su país declarase la guerra a
Alemania. Su misión era descifrar los códigos Enigma de la Ma-
rina alemana con el fin de romper el bloqueo naval que llevaban a
cabo los submarinos U-Boot. Según palabras del historiador britá-
nico Asa Briggs (n. 1921), quien también sirvió en Bletchley Park
desde 1942 hasta 1945 en el barracón 6, contaron con la participa-
ción de personas de gran talento, y de entre todas, el genio sin
excepción fue Alan Turing. Durante esta época Turing viajó a Es-
tados Unidos para hacer de puente entre ambos países aliados. Al
parecer parte de su trabajo consistió en diseñar un sistema de ci-
frado para las conversaciones telefónicas entre los máximos man-
datarios de cada país, Roosevelt y Churchill. Para ese cometido
Turing contó con la colaboración de Dilly Knox (1884-1943), un
62 MÁQUINAS CONTRA CÓDIGOS. TURING CRIPTÓGRAFO