Page 11 - 28 Hubble
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de trabajo y solo se entendía con Milton L. Humason, su ayudante
        en Mount Wilson, que acataba militarmente sus decisiones.
            Hubble fue un buen atleta en su juventud, aunque adornó sus
        hazañas con ditirambos atrevidos. También las exageró en las dos
        guerras mundiales y en otras circunstancias, hasta tal punto que
        cuando a su suegro le dijeron cómo había sido Hubble antes de
        su boda, no podía creerlo. Fue buen esposo, pero peor hijo y her-
        mano, pues se fue despegando paulatinamente de su familia de
        Missouri, hasta ignorarla por completo.
            Pero, por otra parte, Hubble era un gran científico que,  en
        palabras de Humason, «sabía lo que quería y cómo lograrlo». Co-
        nocía el cielo de cabo a rabo y era capaz de detectar cualquier
        cambio insignificante en una debilísima estrella en la placa foto-
        gráfica perteneciente a la galaxia de Andrómeda. Pasó una gran
        parte de su vida mirando placas al trasluz. Era infatigable y tenaz.
        Cuando sus compañeros acababan la noche de observación exte-
        nuados, tiritando y bostezando, para él era el mejor momento del
        día. Iba a observar aunque las condiciones meteorológicas fueran
        «desastrosas», dicho sea con segunda intención.
            Algo que resulta curioso es que para ser uno de los grandes
        astrónomos de la historia,  la formación de Hubble como físico
        y como astrónomo fue  muy deficiente.  Sus estudios fueron  de
        derecho y no estaba capacitado para entender míniman1ente los
        avances teóricos, pero se encaramaba por todos los recovecos de
        la cúpula del mayor telescopio del mundo.
            De todas formas, su capacidad legendaria de trabajo sufrió un
        grave declive tras su entrevista con Einstein. La vida de Hubble se
        puede dividir en dos períodos muy diferentes, antes y después de
        esta entrevista. Tras ella llegó la fan1a y la popularidad, y con la
        popularidad los honores, los laureles, la entrada en la alta socie-
        dad, las cenas con los personajes más fan10sos de la ciencia y el
        arte. Hubble hacía interminables viajes a Inglaterra y a Europa, pa-
        saba largas temporadas pescando en un río perdido en Colorado,
        dedicaba una gran cantidad de tiempo y energía a las relaciones
        sociales y a su pertenencia a ateneos y otros foros culturales. En
        el telescopio ya estaba Humason, hombre sin formación alguna
        pero dotado de una inteligencia natural fuera de lo común.






                                                          INTRODUCCIÓN        11
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