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energía, así como la transmisión de piones a través de hidrógeno
líquido, tema que le era de especial interés para sus trabajos en
Los Álamos sobre la bomba H. Fermi se empecinó en mejorar
el instnunental del sincrociclotrón y diseñó un sistema de carro
- llamado «carro de Fermi»- que consistía en un dispositivo con
ruedas con el que el objetivo de la colisión podía desplazarse en
tomo a la periferia del ciclotrón. El carro se controlaba mediante
la variación del can1po magnético, gracias a unas bobinas conec-
tadas a sus ruedas, y no necesitaba ni electricidad ni combustible.
Era uno de aquellos artefactos que a Fermi le encantaba construir,
y que funcionó perfectamente durante varios años.
Entre el 17 y el 22 de septiembre de 1951 Fermi organizó en
Chicago una conferencia internacional sobre física nuclear y de
partículas para inaugurar por todo lo alto el nuevo sincrociclotrón,
y de paso avanzarse en la clausura una semana a la celebración de
su cincuenta cumpleaños. Fermi propuso en aquella conferencia
un listado de veintiuna partículas elementales, aunque reconocía
que seguramente no todas ellas merecerían dicho nombre.
El sincrociclotrón - o ciclotrón sincronizado- de Chicago
era un acelerador de partículas que mejoraba técnicamente al ci-
clotrón que había desarrollado Lawrence en Berkeley. La base de
funcionamiento era la misma que la del ciclotrón: las cargas eléctri-
cas en movimiento son desviadas bajo la acción de un campo mag-
nético. El sincrociclotrón era más preciso que el ciclotrón, pues
corregía algunos efectos relativistas que se daban a altas energías.
Fermi se centró en el análisis de las interacciones de piones
con nucleones y átomos de hidrógeno, midiendo especialmente las
secciones eficaces de las colisiones y la distribución angular de la
dispersión de los piones. Demostró que la sección transversal cre-
cía con la energía rápidamente, como era de esperar para la interac-
ción fuerte, aunque era mucho mayor para los piones positivos n+
que para los negativos ~- Sus experimentos condujeron a retomar
la idea de Heisenberg (propuesta ya en 1932) de asignar un número
cuántico de isospín ( o espín isotópico) a las paitículas, relacionado
con la interacción nuclear fuerte. La fuerza de la interacción fuerte
entre cualquier par de nucleones es la misma, independientemente
de si estos interactúan como protones o como neutrones.
148 CAMINO AL FERMILAB