Page 7 - Diagnóstico Cultura - CORCUMVI
P. 7
voluntaria a unas prácticas culturales. La fuerza que lleva a los ciudadanos a
apropiarse de cierta práctica cultural es una tensión constante entre la fuerza legal del
aparato social, estado, iglesia, escuela, familia que tiende a preservar las tradiciones
pero también de esa pulsión interna de creación, transformación y amor que generan
las manifestaciones culturales.
Por ejemplo, el municipio de Villavicencio cuenta con una amplia variedad de escuelas
de formación en danza y música que promueven prácticas de arraigo llanero en niños
y jóvenes que seguramente se apropiarán de éstas manifestaciones mediante la
interpretación, pero también existe el Acuerdo Municipal No. 015 de 2008 por el cual
se oficializa el día de la llaneridad en el municipio de Villavicencio, según el cual el
último viernes de cada mes, “los funcionarios y servidores públicos del municipio de
Villavicencio de ambos sexos, acudirán al trabajo luciendo traje o una prenda de
identidad llanera”, además de otras disposiciones para la presentación de
manifestaciones folclóricas en las zonas comerciales y turísticas del municipio.
El Acuerdo termina con la exigencia a los artistas y miembros de los conjuntos llaneros
de “portar siempre el traje típico cuando se estén presentando, y que se prohíba en
consecuencia que ejecuten nuestro folclor en traje particular”. Esta forma de
reglamentar un “día de la llaneridad” e incluso la forma de interpretar una expresión
artística, es un ejemplo de la pretensión de fomentar prácticas culturales desde la
norma.
Ante la dificultad de definir el concepto de cultura suele aparecer una respuesta de la
cultura como un “todo”, pero es necesario reconocer que los bienes de la naturaleza
no pertenecen al campo de cultura pues ésta es la producción del trabajo humano. La
montaña, el mar, el desierto, el huracán no hacen parte de la cultura por cuanto son
obras de la naturaleza; en cambio el paisaje cultural cafetero, los sistemas de vida
nómadas en el desierto o las prácticas ancestrales de la pesca; es decir las prácticas
culturales delos habitantes estos lugares sí hacen parte del campo de la cultura, ésta
es la relación de la cultura con el territorio:
“Ni la transnacionalización, en su momento, ni la globalización en nuestros días,
han logrado separar el binomio cultura y territorio. Todo lo contrario, el territorio
se ha colocado más frontalmente como el espacio de debate por la cultura
presente y por la viabilidad de su futuro, se ha convertido en el modo central de
cuyo control económico, cultural y aun político depende la posibilidad de
existencia de múltiples grupos sobre la faz de la tierra”. (Jiménez López, Lucina.
Retos en la gestión del patrimonio cultural vivo. En: Somos patrimonio. Ed.
Convenio Andrés Bello, Bogotá 2004. 30 p.)
Existe otra tendencia que relaciona la palabra cultura con la escolaridad, según la cual,
“culto es quien pasó por una escuela”. Evidentemente en la institución de la escuela y
7