Page 235 - anuario-1
P. 235
Haber tenido la oportunidad de estudiar en el colegio San Ignacio de Loyola ha
sido el mayor regalo que la vida me ha podido dar, estos 14 años dentro del cole-
gio me han hecho ser quien soy, porque, más que una formación académica, el
colegio me ha ayudado a construirme, y digo construirme porque ha sido un
proceso que aún continúa y que, gracias a diversas personas que se han cruza-
do conmigo en este camino que se llama vida escolar, hoy tengo una base sólida
en la que seguir construyéndome. Por esto quiero aprovechar esta oportunidad
para agradecerles, quiero agradecerle a Jenny el haberme enseñado que las
penas compartidas pesan menos, a Godoy el haberme acompañado en situa-
ciones a las cuales nunca pensé enfrentarme, a Villa por haberme enseñado el
verdadero valor de la lealtad, a Deivo por haberme aguantado mis rabias y mis
tristezas, a Suárez por mostrarme que una amistad vale más que las diferencias,
a Tirado tengo que agradecerle el hecho de poder decirle amigo desde prejardín,
a Sofea por haber estado a mi lado por más de 7 años y contando, a Mari por
haber sido mi confidente y apoyo incondicional, a Pauli por hacerme caer en
cuenta de mis errores y aconsejarme siempre y, por último, tengo que agradecer-
le a María Clara por haber sido la persona que más he llegado a querer. Gracias
infinitas a estas personas que me han marcado y a todas aquellas que han hecho
mis días más felices. Me llena de emoción emprender nuevos caminos por fuera
del colegio sabiendo que he tenido una formación tan buena como persona, que
estoy seguro de que me va a hacer llegar lejos, al igual que a todos los que nos
graduamos este 2020.