Page 29 - cuento
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SEIS
Decidieron cerrar la caja y bajar al zaguán para regresar al pre-
sente. Mientras descendían por las escaleras, Jairo miró a Kira y
le dijo:
—Nuestra misión no ha terminado. Debemos asegurarnos de que
estos secretos se compartan con el mundo.
—Tienes razón, Jairo. Seremos los guardianes de la historia de Ai-
nara y de su búsqueda de la sabiduría oriental —respondió Kira
con determinación.
Rocío escuchó la conversación de los niños y sonrió con aproba-
ción.
—Pero, ¿vosotros sabéis qué es la sabiduría oriental? —les pre-
guntó.
Y los tres estallaron en una ruidosa carcajada.
Un rato después salieron juntos de la casa con la certeza de que
habían descubierto algo extraordinario, y con la responsabilidad
de preservar la memoria de Ainara y su legado.
El sol brillaba en la Plaza Mayor de Huéscar cuando los tres aven-
tureros salieron a la luz del día, listos para compartir la historia
de Ainara y continuar su búsqueda de conocimiento y sabiduría.
Bruno los seguía en la distancia, olfateando cada rincón de la calle
Comercio.
Los niños se despidieron de Rocío y esperaron a que Bruno olis-
queara toda la plaza hasta llegar al lugar donde ya se disponían a
despedirse.
—Es hora de irnos, Jairo —le dijo Kira—. Gracias por ser parte de
mi proyecto.
—Ha sido un placer —le dijo él con una sonrisa tímida—. Pero no