Page 172 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
P. 172

Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma


                                                  CAPITULO I



                  É             rase un día casi común en medio de esta pandemia pero sucedió



                                algo nuevo que cambio este lado común en mis días, salí a comprar

                                a la tienda que está al frente de mi casa y me percate de la señora

                  Dina, ella es una anciana de 72 años, bajita de cabello corto canoso , con gafas

                  redondas y de test morena, ella estaba afuera de su casa, sentada en su mecedora

                  viendo  sus  plantas  con  una  cara  triste,  luego  de  haber  comprado  lo  que

                  necesitaba me acerqué hacia donde ella a preguntarle cómo estaba, me mostró

                  una sonrisa al verme y  dijo:

                         Señora dina: Hola niña, ¿Cómo te encuentras? Estoy viendo un rato mis

                  plantitas y a tomar un poco el sol ya que hoy está muy radiante.

                         Fiorella: Buenos días señora Dina, pues si está haciendo buen sol. Pero

                  dígame señora ¿cómo está pasando la cuarentena?

                         Señora dina: Un poco sola- me respondió. - Ya que mis hijos no me han

                  visitado en mucho tiempo. - Con lágrimas en los ojos me seguía diciendo. - Cómo

                  es posible que hayan pasado 5 meses y ninguno de mis tres hijos no me han

                  venido a visitar.

                         Me preguntó. - ¿Cómo había hijos tan malagradecidos que olvidan a sus

                  padres sabiendo que son ellos quienes criaron, atendieron, alimentaron, y luego

                  los abandonan, acaso los padres estorbamos?

                         Fiorella: Señora, pero de seguro ya vendrán a visitarla y dejarle para sus

                  alimentos- le dije para que se calmara porque empezaba a sentirme muy mal por

                  ella, de cómo era posible no querer ni visitar a una abuelita mega amorosa como

                  ella.

                          La abuelita Dina me miró y juntando sus manos entre su regazo me dijo







                                                           139
   167   168   169   170   171   172   173   174   175   176   177