Page 173 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
P. 173

Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma


                         Señora dina: No lo creo niña mi hijo mayor no me llama desde hace meses,

                  y mi hijo el último, se dedica a cuidar a sus cuatro hijos pequeños que de seguro

                  se han olvidado de esta vieja malhumorada.

                         -Y señora Dina. - le pregunté con mucha curiosidad. -

                         Fiorella: ¿para cuantos días de comida le queda? Mi mamá me dijo que en

                  los supermercados se estaban agotando los alimentos

                         Ella dudó al responderme y con voz entrecortada me dijo:

                         Señora dina: Yo… yo no… ya no tengo…para almorzar hoy.

                         Se puso realmente incomoda.

                         -Me quedé muy asombrada en la forma que me lo dijo, ella dudo para

                  decirme que no tenía para almorzar, no me imagino, si yo no me hubiera acercado

                  ni preguntado cómo se encontraba, quizá ella no hubiera comido en varios días,

                  ¿qué hubiera sido de la abuelita Dina? Yo tenía que ayudarla, tenía que hacer

                  algo, buscar una solución eso no se podía quedar así.

                         Fiorella: Señora Dina no se preocupe, ya vuelvo trayéndole algo para que

                  se alimente- le sonreí.

                          Sentí que se puso incómoda y avergonzada, parecía que se iba a negar,

                  pero  luego  asintió  con  la  cabeza,  entonces  me  despedí  de  la  señora  Dina.

                  Mientras caminaba me puse a pensar cómo iba a ayudarla, llegué a mi casa y le

                  comenté todo a mi mamá, al ello no dudo en ayudar a la señora Dina y fue a su

                  casa a ver que más le faltaba para apoyarla en lo que ella podía, se percató que

                  no tenía víveres para alimentarse, que ya se le estaba terminando el gas.

                         Con mi papá estábamos buscando soluciones para apoyarla en todo lo que

                  podamos  hasta  que  sus  hijos  se  acuerden  de  ella,  se  nos  ocurrió  que,  si  le

                  decíamos a los vecinos lo que le pasaba a la abuelita, Dina todos iban a prestar su

                  colaboración, podíamos hacer que los vecinos se turnen para poder darle lo que

                  puedan, entre víveres y demás cosas.

                           Salimos mi papá y yo nos pusimos las pilas, tocamos las puertas de los

                  vecinos, les explicamos todo lo que la señora Dina estaba pasando, algunos de los
                                                           140
   168   169   170   171   172   173   174   175   176   177   178